Hoy las empresas gestionan lotes de producción más pequeños, hasta el nivel de los pacientes individuales, mientras deben acortar los tiempos de cumplimiento desde el pedido hasta la entrega. También deben garantizar una manipulación extremadamente precisa de los productos debido a la variabilidad y la sensibilidad de la temperatura de los nuevos productos.

Uno de cada cinco fabricantes de la industria farmacéutica trabaja hoy con más de 100 socios externos. A nivel mundial, 44% del volumen de fabricación de las farmacéuticas está ahora externalizado, y un tercio subcontrata más de la mitad de su actividad de fabricación. Carteras de productos complejas (desde pequeñas moléculas a productos biológicos, desde dosis orales sólidas a combinaciones de fármacos) requieren una cartera compleja de fabricantes externos especializados. En este contexto, las farmacéuticas carecen de visibilidad, control y estandarización. Más del 60% de los ejecutivos de la industria dijo en un estudio reciente de Accenture que tiene dificultades para obtener visibilidad en tiempo real del inventario o de la fabricación. Además, cerca del 40% sostuvo que carece de control sobre la calidad del producto y el 58% que la falta de estandarización de los procesos y la tecnología está conduciendo a la complejidad operativa.

La colaboración entre fabricantes y socios se ve afectada por procesos manuales ineficientes, falta de estandarización y visibilidad de las operaciones de fabricación. En pocas palabras, esto no puede proporcionar la agilidad y la eficiencia necesaria para gestionar una cadena de suministro de la industria farmacéutica cada vez más compleja. Para resolver estos problemas, las farmacéuticas deben reformular la forma en que colaboran con su ecosistema. Las organizaciones tienen la oportunidad de utilizar las tecnologías digitales para construir redes de cadena de suministro más conectadas, impulsadas por los datos e inteligentes. Junto con las mejoras en los procesos, esto les dará visibilidad en tiempo real y conocimiento de los datos operativos, así como apoyo a la toma de decisiones rápidas y precisas en toda la empresa, con una cantidad limitada de datos. Mediante la creación de estas redes de cadena de suministro inteligente, las farmacéuticas podrán mejorar la eficacia operativa, impulsar la eficiencia de los costos y servir mejor a sus pacientes.

La fabricación por contrato (CMO) está actualmente profundamente arraigada en la industria farmacéutica a nivel mundial, y crece a gran velocidad. Se espera que este mercado crezca un 7,6% anual entre 2016 y 2025, lo que refleja la eficiencia y capacidad adicionales que ofrecen las CMO a las farmacéuticas, así como su apoyo a la expansión global. Ante esto, 91% de los fabricantes farmacéuticos planea aumentar su uso en los próximos tres años. Debido a la alta demanda, los CMO están invirtiendo fuertemente en tecnología. Así, por ejemplo, de acuerdo con nuestro estudio, 91% busca expandirse en la producción de APIs.

Consideremos cómo las terapias complejas y personalizadas, como los anticuerpos bioespecíficos, los conjugados de anticuerpos y fármacos, los oligonucleótidos y la terapia celular con receptores de antígenos quiméricos (CAR-T), están convirtiendo a la cadena de suministro farmacéutica en algo mucho más difícil de gestionar. Por ejemplo, la producción de células CAR-T requiere que las empresas hagan un seguimiento de las células T de los pacientes en cada paso, desde el centro de aféresis, pasando por las instalaciones de fabricación, hasta llegar al centro clínico para la infusión. Estas terapias de precisión, en las que el tiempo es crítico, son a menudo el último recurso para el paciente, y es vital que las organizaciones planifiquen, programen, fabriquen y entreguen el producto a la persona correcta (manteniendo la cadena de identidad) con la rapidez y la calidad necesarias. Esto requiere la colaboración con los fabricantes por contrato y otros socios del ecosistema de la organización a un nivel completamente nuevo.

El proceso de fabricación de productos biológicos es complejo. Para garantizar la coherencia, la calidad y la pureza del producto, los fabricantes deben capturar grandes cantidades de datos a lo largo del ciclo de vida del proceso. Además, los reguladores están dispuestos a conceder autorizaciones más rápidas a los fármacos prometedores para el tratamiento de enfermedades potencialmente mortales y para satisfacer necesidades médicas no cubiertas en la actualidad. Pero para las empresas farmacéuticas, esto significa que deben desarrollar procesos de fabricación estables mucho más rápido, al tiempo que se aseguran de mantener la gestión del conocimiento y la mitigación de riesgos en todo el proceso de I+D, desarrollo de procesos, transferencia de tecnología y producción.

Con estas crecientes complejidades de la industria, tanto las farmacéuticas, como sus socios externos se enfrentan a retos similares. Esto puede ser una oportunidad para abordar conjuntamente estos desafíos operativos. La industria ve esta oportunidad y, de acuerdo con el estudio de Accenture, están experimentando con tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), plataformas de colaboración basadas en la nube, análisis de grandes datos e inteligencia artificial para reforzar el intercambio con el ecosistema. Los ejecutivos de la industria esperan con esto alcanzar una mayor visibilidad de sus cadenas de suministro, más trazabilidad y eficiencia operativa, así como un mayor control de la calidad de los productos, una reducción del esfuerzo manual y una entrega más rápida a los pacientes.

Por encima de todo, los líderes de hoy deben replantearse por completo su forma de operar. La pandemia ha sido un llamado a reforzar la transformación digital y la colaboración no solo en los negocios, sino que en la sociedad entera. Los procesos existentes en la industria farmacéutica simplemente no pueden manejar el nivel de colaboración inteligente que se requiere. Solo si se reexamina todo el enfoque segmentando y adaptando las relaciones con los proveedores, alineando los incentivos y co-invirtiendo en tecnologías digitales y las innovaciones de los productos, las empresas farmacéuticas podrán satisfacer las necesidades del mercado actual. ¿El objetivo final? Ofrecer un valor real al paciente con una transformación de la cadena de suministro impulsada por la colaboración y la mejora continua.