Pedro Valdivia.

Actualmente, ¿cuáles son los principales riesgos de seguridad en bodegas y centros de distribución?
El robo y particularmente el ejecutado con violencia, es claramente el mayor peligro hoy, por lo tanto, las bodegas que almacenan equipos de tecnología, como computadores y teléfonos celulares, son las que enfrentan los mayores retos. Años atrás el riesgo estaba concentrado en los centros de distribución que almacenaban artículos deportivos de alta gama, pero hoy claramente el objetivo de los delincuentes son los centros donde se almacenan productos tecnológicos.

¿Qué desafíos de seguridad representa este hecho para las empresas?
El gran problema es que se trata de grupos delictuales, parte incluso del Crimen Organizado, en los que participan hasta 40 delincuentes, generalmente movilizados en varios vehículos, lo que les permite atentar contra el personal de guardia que está a cargo de la seguridad central. Justamente es el primer punto que atacan, el control de acceso. Además, como estamos frente a organizaciones criminales, realizan un trabajo previo de evaluación del entorno, estudio de rutas y bloqueo de calles y avenidas para dificultar la llegada oportuna de Carabineros.

En este aspecto, ¿cuál es el nivel de preparación de las instalaciones logísticas en Chile?
Si bien la seguridad en general y del control de acceso en particular ha mejorado, porque claramente hay casos destacables donde la planificación de los riesgos está muy bien cubierta, también ocurre que un número importante de instalaciones logísticas aún no cubren el control de acceso como requieren los nuevos tiempos. Todavía vemos bodegas que no están considerando dentro de su estrategia de seguridad el nuevo “modus operandi” de los delincuentes.

Además, debido a que dentro de un centro de distribución cada empresa es distinta y establece sus propios sistemas de seguridad, en ocasiones los sistemas de seguridad central se ven debilitados.

¿Qué se puede hacer en estos casos?
Definitivamente, unificar los criterios y estrategias de seguridad, de manera que la mitigación de los riesgos sea lo más efectiva posible.

La normativa actual, ¿ayuda o tiene vacíos?
El principal problema es que no existe una normativa específica. No tenemos una ley de seguridad privada, solo un proyecto de ley que está hace 14 años en el Congreso y un ente regulador que es juez y parte, todo lo cual no genera las condiciones que se requieren para desarrollar un buen sistema de seguridad preventiva.

Chile: ¿Más seguro que el resto de la Región?
Que la seguridad en nuestro país es mejor a la de países de similar desarrollo en América Latina, es un mito como tantos otros. De acuerdo a Pedro Valdivia, otros como Colombia van bastantes pasos adelante y no hay chance de alcanzarlos en el corto plazo.

En relación a otros países de la Región, ¿estamos más avanzados?
Por el contrario, estamos bastante atrasados. Es probable que la criminalidad cuantitativamente sea menor, pero también somos un país más pequeño y ello no debiera ser un aliciente para sentirnos más tranquilos. Hablar, por ejemplo, de asaltos a centros comerciales sería un error, porque el tema no es la cantidad, sino el cómo se ha llegado y se han creado las condiciones para que ello ocurra. En Colombia, por ejemplo, son líderes en seguridad privada y esa es la visión, donde desde las empresas de seguridad hasta los propios guardias se forman de manera profesional y con una legislación apropiada y menos burocrática. Eso les permite contrarrestar el incremento de delitos, algo que por el contrario no ocurre en Chile, donde lamentablemente los delitos violentos han aumentado sustantivamente.

¿Qué tan importante es el capital humano y su capacitación?
Es vital, pero en Chile es aún insuficiente. El trabajo de guardia no es considerado una profesión, sino más bien una actividad de paso y ahí está la clave del problema. La capacitación profesional es, por lo tanto, una tarea pendiente. Un recurso humano con las competencias profesionales adecuadas, sin duda, es y será un capital del sistema preventivo. Dicho de otra manera, una verdadera inversión y no un gasto inútil.

La tecnología, ¿ayuda a contrarrestar esta falta de capacitación?
En cierto sentido sí. Los sistemas de videovigilancia, la tecnología analítica e inteligente, sensores, sistemas de control de acceso, alarmas, barreras, etc., son fundamentales, pero exigen mejorarse permanentemente, porque los delincuentes también estudian los distintos sistemas para buscar la manera de violarlos. También tienen el desafío de que requieren que las personas encargadas estén capacitadas adecuadamente para usarlos, administrarlos y sacarles el máximo provecho, competencias que se adquieren con capacitaciones profesionales y no por herencias de conocimiento de los que estaban antes en esas funciones, como muchas veces acontece.

¿Qué buenas prácticas de seguridad son imprescindibles en las instalaciones logísticas hoy?
Es importante analizar las distintas variables que impactan la seguridad de cada centro de distribución. Cada centro logístico, cada bodega, tiene características propias que hacen que su seguridad sea más o menos crítica. Aquí es importante considerar aspectos como ubicación, entorno, nivel de actividad y nivel de criticidad de los productos almacenados, de manera de hacer un diagnóstico de seguridad desarrollado por profesionales que haga posible identificar amenazas y vulnerabilidades y, con ello, mitigar los riesgos asociados. A partir de estos antecedentes, las empresas pueden crear mejores estrategias de seguridad y estar preparados para enfrentar los probables riesgos.