El último terremoto y el posterior Black Out eléctrico que afectaron a nuestro país hace algunos meses demostraron empíricamente lo anterior, ya que muchas bodegas, centros de distribución (CDs) y procesos de gestión de documentos logísticos no contaban con el respaldo energético adecuado para garantizar una operación segura y sin interrupciones.

Si queremos garantizar una cadena de distribución segura y efectiva que permita que Chile se transforme en una plataforma logística para la Región, la industria del almacenamiento debe incorporar soluciones y tecnologías que le permitan seguir operando en caso de interrupción del suministro eléctrico, ya sea por un hecho fortuito o por una emergencia.

Proveedores y fabricantes requieren de servicios logísticos que les permitan almacenar cualquier producto de manera segura y confiable, y mantener la disponibilidad de los diversos procesos logísticos que se desarrollan en sus bodegas, ya que de lo contrario estarán perdiendo participación en su segmento de negocio, sobre todo en fechas donde los ingresos monetarios son bastante elevados, como lo son el regreso al colegio, Fiestas Patrias, Navidad o Año Nuevo. Obviamente, la ausencia de una mercancía en un local comercial se traduce en mermas económicas o pérdida de credibilidad de una marca, entre otras desventajas que afectan el comportamiento y la rentabilidad de un negocio.

Actualmente el mercado chileno dispone de una completa oferta de equipos electrógenos para respaldar procesos "duros" en un Centro de Distribución o Bodega, así como completos sistemas de energía ininterrumpida (o UPS) para la gestión de documentos logísticos en una oficina.

Sin embargo, depende del cliente adoptar estas soluciones, sobre todo cuando en un mercado globalizado y competitivo como el actual, la no presencia del producto significa en muchos casos la pérdida de un cliente, quien preferirá otro proveedor de similares características para satisfacer su necesidad.