En este campo, los envases flexibles están ganando una importante participación en el mundo, principalmente por los beneficios y ventajas que ofrecen frente a otras alternativas que encontramos a nivel nacional e internacional. Por ejemplo, se caracterizan por ser livianos, tener una buena maniobrabilidad, contar con un mejor rendimiento y preservación del contenido, óptimo desempeño medioambiental y mayores posibilidades para explotarlos comercialmente con colores o imágenes mucho más llamativas a los ojos del consumidor final, entre otros atributos. Debido a lo anterior, Chile también ha desarrollado una interesante y sólida industria donde encontramos proveedores de máquinas y tecnologías para este tipo de envases, donde muchas incluso han decidido exportar sus productos y soluciones.
Asimismo, naciones de Europa, Asia o países como Estados Unidos, han hecho de este tipo de envase un verdadero estándar para distintos productos; de ahí que las mayores innovaciones y exigencias provengan de estos mercados un poco más desarrollados que el nuestro. En el caso chileno, los mayores desarrollos se encuentran ligados a la industria de alimentos, uno de los principales consumidores de estas soluciones. Como ejemplo de lo anterior, basta con observar la gran cantidad de alimentos que encontramos en supermercados u otros locales comerciales que confían en el packaging flexible: verduras, pescado, pollo, pasteles, galletas, yogurt, leche y papas fritas, entre otros.
Lo anterior, según explican los especialistas, se debe a que este tipo de embalaje ofrece una cualidad pensada en los consumidores actuales: una excelente resistencia a temperaturas extremas (frío o calor), un aspecto fundamental para muchos usuarios que congelan o cocinan con hornos microondas estos comestibles.
No hay duda, entonces, que el gran éxito de los envases flexibles se explica por su orientación a las necesidades del consumidor final, que con el tiempo ya confía en un producto que se está consolidando como uno de los más exitosos en el segmento packaging.