Sábado 20 de Abril de 2024       •      Dólar= $953,80      •      UF=$37.207,48       •      UTM=$65.182
mes1.jpg (7146 bytes)
René Lagos,
Presidente de la AICE
“Los errores ocurridos en el terremoto se pueden evitar en el futuro”

Más de 200 ingenieros civiles estructurales tomaron parte del IV Congreso de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales, AICE, que se realizó en noviembre de 2011. Entre los principales tópicos abordados, estuvieron los cambios relativos a las normas, a partir de los nuevos decretos 117 (que modifica aspectos de la NCh 433) y 118 (que reemplaza la NCh 430). También se discutieron temas de administración y gestión de empresas, responsabilidad civil y penal de los profesionales y las nuevas tendencias tecnológicas relacionadas al área estructural. René Lagos, quien asumió el cargo en septiembre de 2011, afirma que resulta vital para la entidad promover las mejores prácticas entre los profesionales, ya que la comunidad espera que los ingenieros otorguen diseños seguros. Además, enfatiza, es importante que la AICE pueda compatibilizar la calidad de servicios que otorgan con la percepción que tiene la gente al respecto.

¿Cuáles son sus metas al frente de la AICE?
Uno de mis principales objetivos es continuar con el desafío de difundir las mejores prácticas de la ingeniería civil dentro de nuestros asociados y entre todos los profesionales de este sector, mejorando el estándar de servicio a lo largo de todo el país. Por un lado, nuestra labor hace un uso extensivo de nuevas tecnologías y, por otro, tenemos siempre presente el tema de los movimientos sísmicos al momento de los diseños que llevamos a cabo, motivo por el cual estos dos aspectos también son esenciales de abordar permanentemente. Sólo en las últimas décadas hemos logrado obtener registros confiables de los terremotos con el aporte, justamente, de las nuevas TI, que nos permiten calcular las solicitaciones de las construcciones y su comportamiento.

¿Qué conclusiones se plantearon en el congreso?
Hay varios aspectos relevantes que se plantearon. Primero que nada, se reafirmó la convicción de que con las normas y el conocimiento que había, se actuó muy bien frente al terremoto. Las fallas fueron menores. También destacó el hecho de que logramos desarrollar nuevos conocimientos que hemos ido compartiendo con todos los colegas del sector, especialmente con profesionales ubicados en regiones que muchas veces no tienen acceso a este tipo de encuentros. Otro de los aspectos que discutimos fue que en el caso del sismo del 27F de 2010 hubo una serie de elementos no estructurales que sufrieron daños, como la tabiquería o el cielo falso, a los que históricamente se les ha prestado poca importancia en Chile, pese a que constituyen dos tercios del costo final de construcción. Sin embargo, este tipo de situaciones demuestra que perfectamente un edificio puede quedar inhabitable con problemas de esta índole. Ahí tenemos el claro ejemplo de lo que ocurrió en el Aeropuerto de Santiago.

¿Qué temas trataron en el ámbito normativo?
Primero que nada, nos dimos cuenta de que había suelos mal clasificados desde el punto de vista de las normas vigentes. Suelos que eran asumidos como firmes, en realidad hoy se sabe que son blandos. Eso es claramente un conocimiento nuevo y ahora contamos con nuevos parámetros de medición, lo cual está parcialmente incorporado en los nuevos decretos. En el caso de los diseños de los muros de hormigón armado, la norma no requería estándares de confinamiento que existen en normas extranjeras utilizadas como referencias, pero el terremoto demostró que esos confinamientos son necesarios, por lo cual también se modificó. Debo indicar, además, que esta nueva normativa es un gran avance y que si se aplica bien permitirá reducir en forma significativa los daños. Una correcta fiscalización es vital, no puede existir sólo autorregulación. El tema de las certificaciones de calidad también es indispensable.

mes2.jpg (16429 bytes)¿Cada vez que ocurra un terremoto las normas pueden cambiar?
Sí. Es imposible decir que con las actuales normas vamos a estar bien. Eso sería similar a decir que el conocimiento humano ya alcanzó su límite. Cada terremoto es distinto y nos trae nuevas evidencias. Lo que ha cambiado es que antes los terremotos se percibían sólo visualmente, en cambio hoy tenemos sensores y tecnologías superiores que permiten lograr mejores mediciones y a costos más bajos.

¿Cuál es su evaluación de la ingeniería estructural en Chile?
Me parece que es excelente. Hay una estadística aportada por la Cámara Chilena de la Construcción que señala que desde el terremoto de 1985 hasta el pasado megasismo, se construyeron cerca de 10 mil edificios habitacionales en la zona afectada hace ya casi dos años. Cabe destacar, además, que de ese total, casi dos mil corresponden a construcciones sobre nueve pisos. Si evaluamos que hubo sólo tres edificios colapsados y que no más de 50 tienen actualmente orden de demolición, estamos hablando de un total de 53 como máximo, lo que equivale a un 0,5% del total antes señalado. En ingeniería estructural se asume que hasta un 5% es absolutamente aceptable e incluso se considera un éxito. Obviamente, esto es visto desde un punto de visto global, pero si lo analizamos desde el detalle debemos preguntarnos si en esos casos particulares donde hubo fallas, se pudieron haber prevenido. Hoy día el conocimiento dice que sí y se pueden evitar en el futuro tomando algunas pequeñas precauciones que no impliquen un aumento considerable de los costos.

¿Cuáles son los desafíos que asumen como entidad gremial?
Uno de los grandes avances que hubo en este congreso, fue que logramos entender qué es lo que la ley le exige a los ingenieros en materia de construcción. El problema es que nosotros mismos participamos en la elaboración de las normas y de alguna manera hasta ahora sentíamos que éstas eran casi como nuestras "hijas" y nos arrogábamos el privilegio de saber cuándo podíamos cumplirla o evadirla, pero la ley no opera de esa forma, estemos o no de acuerdo. Además, el ingeniero tiene el deber ético de mantener sus conocimientos al día y aplicar dichos conocimientos en el desarrollo de proyectos. También es importante destacar que no sólo debemos preocuparnos de la redacción adecuada de las normas, sino que, además, tener claro qué es lo que queremos decir en términos técnicos.

¿Qué lecciones concretas dejó el terremoto del 27F?
Si bien nos dimos cuenta que, en términos estadísticos, los edificios se comportaron de manera excelente, eso no significa que no hubo fallas. Analizando dichas anomalías, nos dimos cuenta que hubo ciertas áreas de conocimiento que no estaban correctas. Las fallas se dieron por ciertas carencias normativas y soluciones de diseño, pero especialmente porque el comportamiento de los edificios en suelos de mala calidad, que son muy blandos, no estaba bien calibrado. Las fallas en el proceso de construcción siempre son compartidas y rara vez se deben a un solo factor. Es por eso que los registros técnicos aportados tras el terremoto, que aún deben ser procesados por largo tiempo, demostraron que había que llevar a cabo cambios importantes en la normativa vigente. Afortunadamente, dichas modificaciones se ejecutaron rápidamente y luego de algunos cambios pertinentes, que en un principio elevaban considerablemente el valor de construcción de los edificios, hoy están a punto de ser aprobadas de forma definitiva.

Marzo 2012
.......
Comentarios acerca de este artículo
No hay comentarios publicados
Comenta este artículo
Nombre:
Empresa:
Email:
Comentario:
Notificarme de actividad en este artículo
Ingrese los caracteres de la imagen:
Desayunos
CLIMATIZACIÓN: Un mercado centrado en mejorar la calidad de vida
AISLACIÓN TÉRMICA Y ACÚSTICA: Aportando al buen vivir
VENTANAS Y HERRAJES: Los desafíos de un mercado altamente competitivo
Contáctenos
Dirección: José Manuel Infante 919,
Providencia, Chile
Teléfono: (562) 2433 5500
Email: info@emb.cl
Visite también:
© Copyright 2023 Editora Microbyte Ltda.