Por lo anterior, y ante la expectativa de comenzar a pensar en adquirir o renovar los equipos de respaldo existentes, no parece mala idea interiorizarnos en ciertos aspectos inherentes al tema de los grupos electrógenos y que pueden servir como herramienta de decisión al momento de hacer la compra. Lo anterior siempre teniendo en mente el objetivo principal, cual es lograr minimizar el impacto que eventuales cortes, aumentos de tarifa (por extensión de horario punta) o normativas ambientales pudieran tener en nuestras actividades productivas.

Corte de punta

Si bien la razón principal que justifica la compra de un grupo electrógeno es el aseguramiento de suministro eléctrico ante eventos de corte de red, existe además, la posibilidad de extraer cierto provecho económico a la utilización del equipo. Con la operación de éste en horas punta se busca lograr un ahorro por concepto de cobro de potencia, ya que seremos capaces de disminuir esos peaks de consumo a la red desde Mayo a Septiembre, lo que se traduce en una disminución en el ítem "cobro por potencia demandada en hora punta" durante el Invierno, o "arrastre de punta marcada en Invierno" durante el Verano. Es necesario hacer notar que todo proyecto de este tipo debe ser precedido de un análisis de tarifas y del comportamiento del consumo en hora punta, ya que el ahorro por potencia se debe cotejar con la pérdida por energía producto del mayor costo del kWh incurrido con el grupo electrógeno. En rigor, las tarifas BT/AT4.3 son las que posibilitan la realización de una gestión de demanda en hora punta debido a sus diferenciaciones en el cobro por concepto de demanda (hora punta / suministrada).

Técnicamente el corte de punta se realiza por medio de sistemas de sincronismo, los que efectúan una transferencia suave de la energía desde la red al grupo (y viceversa) de manera que los consumos finales (ampolleta, horno, motor, etc.) no detecten el cambio. Un sistema de este tipo es útil, además, en los eventos de corte de red, ya que logra que los dos cortes típicos (cuando corta y vuelve la red), se transforme sólo en uno, ya que el regreso de la red se puede hacer sincronizado.

Cabe destacar que el concepto "gestión de demanda energética en hora punta" (Peak Shaving) cobra aún más relevancia si se considera que ya está contemplado para los próximos años una extensión del cobro de hora punta para los meses de Marzo y Abril. Incluso empresas que antes no se veían afectadas por este ítem porque sus peaks los marcaban en meses previos a Mayo, como las del sector hortofrutícola, ahora deberán analizar con detalle la gestión de su demanda para evitar aumentos excesivos en sus cuentas.

Distribución de carga

La determinación de la potencia de un grupo electrógeno surge del estudio de las cargas presentes que se han de respaldar y de su factor de simultaneidad, esto es, la mayor potencia demandada. Sin embargo, un factor de carga bajo (razón entre la potencia promedio y la máxima demandada) puede redundar en la adquisición de un equipo que eventualmente responderá a los peaks de carga pero que funcionará a cargas demasiado bajas por períodos altos de tiempo. Esto puede traer consigo consecuencias poco deseables como:

• Desperfectos mecánicos y mayor consumo de aceite en motor diesel al funcionar a cargas demasiado bajas (<30%) por extensos lapsos de tiempo.

• Funcionamiento del motor a potencias a las que su eficiencia (gr/kWh) se torna más inconveniente. Es decir, aumenta su consumo de combustible para igual entrega de energía.

• Gran acumulación de horas en un equipo grande, lo que se traduce en un aumento en los costos de mantención.

Es por esto que surge la posibilidad de instalar equipos de menor tamaño tales que en su conjunto puedan suplir la mayor demanda de la instalación. Estos equipos funcionarán en paralelo y serán comandados por un sistema inteligente que distribuirá las cargas de acuerdo a criterios preprogramados, de manera de minimizar la acumulación de horas de operación con cargas bajas.

Ventajas

• Distribución inteligente de la carga evita daños y lleva al motor a funcionamiento eficiente.

• La falla o detención de un equipo no afecta de manera gravitante, ya que siempre habrá respaldo.

• Mejor planificación de mantenimientos.

• Bajo costo de repuestos.

• Ampliación en módulos simple y conveniente económica y técnicamente.

Emisiones

Los Grupos Electrógenos no están ajenos a las normativas ambientales de emisiones de contaminantes; de hecho, actualmente se encuentra en las etapas finales para su promulgación una normativa enfocada exclusivamente a este tipo de equipos en la Región Metropolitana. En ella se contemplan límites de emisión más estrictos que los considerados hasta hoy bajo la normativa para fuentes fijas en general. Debido a esto nacerán de forma natural dos inquietudes:

Primero: ¿Qué hago con mi equipo actualmente operativo? Si se encuentra en el primer caso, se hace imprescindible comenzar verificando el estado actual del motor diesel. La tentación por poner un filtro de partículas (de regeneración activa o pasiva, certificación VERT) y olvidarse de los problemas es grande. Sin embargo, es importante considerar que un filtro de este tipo no está diseñado para operar en equipos con alto consumo de aceite por desgaste o humo excesivo por problemas de inyección; el resultado puede ser adverso: obstrucción prematura de filtro por cenizas metálicas, contrapresión excesiva en ducto de escape, daño en motor, entre otros. Por ello entiéndase bien: Un filtro de partículas está diseñado para mejorar la performance de emisiones de un motor en buen estado y que mantiene su estándar, no para hacer milagros en un motor desgastado y en mal estado.

Segundo: ¿Cómo elijo mi equipo nuevo? Si la disyuntiva es la adquisición de un equipo nuevo, evitemos caer en la angustia típica del consumidor por exceso de oferta. Lo mejor es concentrarse en que el motor diesel sea de una marca reconocida y que cumpla con normativas internacionales de primer mundo (EPA, TA-Luft).

Conclusiones

Existen otros temas importantes que rodean la adquisición y operación inteligente de un grupo electrógeno, tales como gestión de demanda y simultaneidad de consumos para disminución de peak, análisis de cargas reactivas y emisiones de ruido, entre otros. Sin embargo, de los temas tratados ya se pueden extraer algunas conclusiones de importancia.

1. Un grupo electrógeno, además de asegurar suministro en caso de corte, puede ser una herramienta de ahorro mediante su utilización para control de demanda en horas punta. Una evaluación se hace imprescindible.

2. Es beneficioso estudiar la instalación de configuraciones inteligentes de grupos electrógenos, para evitar problemas al utilizar equipos grandes a muy bajas cargas.

3. Mediante la adquisición de equipos con motores diesel de alta calidad y certificados a nivel internacional se cumple de manera más sustentable con las normativas de emisiones, ya que la instalación de sistemas de postratamiento en motores en malas condiciones o de mala calidad no siempre nos asegura buenos resultados.