¿De qué manera fortalecieron su oferta en compresores?
Motivados por el objetivo de poner a disposición de nuestros clientes compresores portátiles más actualizados en términos de diseño y con mayores prestaciones, decidimos cambiar de fabricante, concretando la representación de la marca Sullair, que, sabemos, será muy bien recibida en el mercado. Así, ahora podemos cubrir capacidades de hasta 1.900 cfm y rangos de presión desde 100 hasta 500 psi, lo que implica estar en condiciones de atender tanto al mercado de la construcción y minería, como a grandes contratistas de perforación minera que requieren de presiones más altas. Asimismo, ofrecemos la opción de proporcionar estos compresores con aire tratado, de calidad superior, cuando la aplicación lo requiere, como es el caso de empresas de arenado y granallado.

¿Por qué decidieron sumar a su mix grupos electrógenos?
Tomamos esta determinación para dar respuesta a un sentido anhelo de muchos de nuestros clientes, asumiendo la distribución de los equipos de Pramac, que es el cuarto fabricante en Europa. Principalmente, ofreceremos generadores estacionarios para todo tipo de aplicaciones, tanto stand-by como continuas, con potencias que fluctúan entre los 6 y 2.500 kVA.

¿Qué otros productos componen su portafolio para el rubro construcción?
También contamos con nuestra tradicional línea de torres de iluminación Terex, además de los productos Clemco para arenado y granallado, tales como tachos, equipamiento de seguridad para operadores y accesorios como boquillas y mangueras, además de sistemas completos para cuartos de granallado.

Adicionalmente, disponemos de otros productos que si bien están más orientados al mercado industrial, también son requeridos en ocasiones por la construcción, como es el caso de los compresores industriales, sopladores de aire y herramientas neumáticas.

¿Cómo ha sido el 2006 y cuáles son sus proyecciones hacia fin de año?
El 2006 ha sido muy satisfactorio para Simma en general y para nuestra división en particular. Ha sido un año de crecimiento motivado tanto por el período de bonanza que atraviesa el sector de la construcción, como por las innovaciones que hemos impulsado y que nos permiten proyectar un crecimiento cercano al 25% al terminar el año.