Esta nueva exigencia, que entrará en vigencia el 4 de Enero del 2007 -se ha dado el plazo de un año para que empiece a operar- y que sin duda ha pasado desapercibida para la mayoría de los chilenos, constituye un enorme e histórico avance en el mejoramiento de los estándares de las viviendas que se construirán, cuyo principal objetivo es mejorar la calidad de vida de los chilenos, seguido de reducir y optimizar el uso de los combustibles utilizados en calefacción, tema que cada vez adquiere mayor relevancia en el mundo y nuestro país.

La reglamentación publicada, que es parte de un programa de tres etapas establecido en el año 1994 por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, ha sido definida sobre la base de un trabajo efectuado en el Instituto de la Construcción, en el cual participaron y colaboraron todas las principales instituciones, industrias y especialistas relacionados al tema, de manera tal que el reglamento que se oficializara tuviese viabilidad técnica, económica y social.

Esta nueva e inédita manera de colaboración en la elaboración del reglamento, presumimos, facilitará enormemente su aplicación, en tanto la participación en su diseño conlleva grandes ventajas: aportar en la definición técnica, anticiparse a las exigencias futuras, prever mercados y quizá una que parece menos evidente pero muy importante, darle sentido a la regulación. Una evidencia de lo anterior, es que ya es posible observar cómo han aparecido nuevos productos y soluciones, que a más de un año de exigirse, ya están disponibles en el mercado.

Mayor calidad de vida

Para la población, a partir del año 2007 todas las viviendas que se construyan tendrán mejores estándares de confort térmico, en tanto, gran parte de las soluciones constructivas que se utilizan en el país deberán contemplar mejoramientos, los que se traducirán en viviendas cuya temperatura será mas adecuada tanto en Invierno como en Verano. Así, utilizarán menos energía para climatizarlas, tendrán menos humedad al interior y, en consecuencia, menos episodios de condensación; se les "ampliará" la casa en Invierno y podrán ocuparla con más gusto.

En definitiva, será un incremento muy importante en la calidad de vida, lo que también tendrá un positivo impacto en la salud y la economía familiar y nacional.

En pos del desarrollo sustentable

Desde el punto de vista energético y medioambiental, esta reglamentación está alineada con las cada vez más necesarias medidas para reducir y optimizar el consumo de energía y en disminuir la contaminación ambiental e intradomiciliaria, que es crítica en el caso de la gran mayoría de las viviendas chilenas.

Por último, es importante señalar que estas nuevas exigencias, a diferencia de la mayoría de las que habitualmente se implementan, no obedecen a dar respuesta a desastres o accidentes, sino a la voluntad hoy compartida, de mejorar nuestra calidad de vida por medio de elevar los estándares en nuestras viviendas, todo lo cual se inserta en un ámbito que hoy se llama desarrollo sustentable.