¿En qué fase está el proyecto y que probabilidad concreta existe para su construcción?
Actualmente se está realizando una etapa de análisis y reestudio del proyecto. El objetivo es determinar la factibilidad de construcción del puente por medio de la instalación de plataformas que permitirán realizar faenas de perforación en la denominada "roca remolino". Este peñón es fundamental, pues deberá sustentar la pila central de las tres que tendrá el viaducto, cuyo peso total está estimado en 51 mil toneladas. Es un trabajo muy delicado, que a los menos tomará seis meses, luego de lo cual evaluaremos el tema y entregaremos al MOP un informe en un plazo de 18 meses. Si el resultado es negativo, existe la posibilidad de ejecutar un proyecto diferente, pero los costos subirían enormemente y no sería rentable.

¿Por qué decidieron participar en una iniciativa tan riesgosa?
En todo proyecto siempre hay riesgo, pero tanto nuestro consorcio como el Gobierno trataron de mi-nimizarlo al máximo en esta obra, ha-ciendo una concesión bastante distinta a otras. Por ejemplo, existe una garantía estatal para la obtención de financiamiento futuro, por lo cual estamos tranquilos, ya que la banca internacional estará dispuesta a ofrecer crédito para esta propuesta.

Además, se han hecho múltiples investigaciones respecto al flujo vehicular futuro por dicho tramo, lo que garantiza un mínimo de pasadas diarias y asegura la rentabilidad necesaria.

¿Qué proyecciones de rentabilidad tienen contempladas?
Se han hecho diversos estudios internacionales que indican que al construir un puente de este tipo, se induce claramente a la generación de mayor tráfico vehicular. Según nuestros propios cálculos, en Costanera Norte -por ejemplo- el aumento estaba dado por una razón de entre un 4% y 5% anual, pero en estos primeros meses el incremento ha llegado hasta un 9%, aunque creo que claramente en el caso del Puente Bicentenario será un poco más bajo.

¿Qué tipo de aporte y beneficio entregará este viaducto para el país?
Sin lugar a dudas, este puente será un hito de ingeniería en Chile. No sólo será el más extenso de Suda-mérica y uno de los diez más grandes del mundo, sino que además constituirá una obra novedosa, ya que las empresas extranjeras participantes son las mejores en esta materia y aportarán altos grados de experiencia. El diseño mismo es muy sofisticado, pues estará ubicado a más de 45 mts de altura, estructurado en base a una plataforma de acero y soportado por cables de amplia extensión, algo que nunca se ha visto en Chile. Este desafío permitirá aprovechar la oportunidad para traer ingeniería de primer nivel, permitiendo que profesionales chilenos conozcan nuevas tecnologías, productos y aspectos de seguridad.

¿Cómo se combinarán elementos claves tales como ingeniería y arquitectura en esta obra?
Siempre existe el reto de destacar y conciliar ambas áreas, y en este caso específico la idea es lograr una obra que sea estéticamente aceptable, pero que también se desarrolle con características de primera calidad, seguridad y a un precio razonable, lo cual es muy complejo debido a la magnitud y relevancia de este proyecto.

Incluso, dadas las características propias de esta iniciativa, que incluye un puente colgante en altura, el diseño posee una estética diferente e imponente, que se ve en pocas partes del mundo.

¿Cuál es la magnitud real de este proyecto y qué beneficios concretos ofrecerá a la gente?
Esta es una iniciativa muy interesante, porque es de largo alcance, pero además será un proyecto visionario, ya que por un lado permitirá integrar a la Isla de Chiloé al resto del territorio nacional, y por otro lado, constituirá un desafío a la ingeniería. Es así como podremos demostrar como país, que somos capaces de llevar a cabo ingeniería de primer nivel.

En cuanto a los beneficios, más allá de evidentes ventajas turísticas por el aumento del flujo de personas, se generará un tema de integración social que hoy no existe. Tal vez, la idiosincrasia se va a perder en alguna medida, eso no es discutible, pero ello forma parte del proceso natural de desarrollo.

¿Qué otros proyectos lleva adelante su empresa y que expectativas tienen para este año?
Además de haber participado en el proyecto Costanera Norte, actualmente realizamos obras civiles en la Celulosa de CMPC en Nacimiento y en Minera Escondida. Junto con ello, estamos ejecutando trabajos en el Mall de Antofagasta, Metro de Santiago y diferentes edificios habita-cionales en la zona central.

Para este año, proyectamos ventas por sobre los US$ 200 millones y un crecimiento de un 40% respecto al ejercicio anterior.

Cabe señalar también que con el fin de no descapitalizarnos, nuestro ob-jetivo es participar de la construcción y después ceder nuestra parte a conglomerados financieros que estén dispuestos a invertir a largo plazo.