La correcta elección de un sistema de climatización puede ser un tema complejo que involucra muchas horas de trabajo. Se hace necesario evaluar muchos criterios, como tamaño de la instalación, características constructivas del edificio, experiencia para dar mantenimiento y el costo inicial del sistema. Pese a ello, muy pocas veces se evalúan los costos opera-cionales del sistema de HVAC.

Cuadro 1.

Hoy existen serios problemas en la confiabilidad del suministro de gas natural desde Argentina, lo que ha provocado la paralización de muchas fábricas y, posiblemente, el aumento de las tarifas energéticas. Estudios realizados en Estados Unidos indican que en un edificio generalmente el 45% del costo en energía eléctrica se debe al sistema de HVAC (ver cuadro 1).

Es por esta razón que se hace necesario que las empresas de ingeniería consideren dentro de sus evaluaciones los costos operacionales de los sistemas propuestos en cada proyecto de HVAC. Dentro del sistema de HVAC, la mayor demanda de energía está concentrada en el enfriador de agua (chiller), por lo cual se requiere que la selección del chiller se ajuste a la eficiencia mínima demandada por el proyecto.

Nuevo enfriador de agua “HVS” con compresor digital.

Para poder comparar las diferentes alternativas de equipos, incluyendo la eficiencia a cargas parciales, se debe utilizar una norma o guía para asegurar una base igual para todos los fabricantes. La comparación debe tomar en cuenta el desempeño del chiller en condiciones de operación reales. En 1998 el Instituto de Refrigeración Americano (ARI) publicó una norma revisada, ARI 550/590-98 que define los procedimientos de evaluación para chillers centrífugos, tornillo y recipro-cantes.

Todos los fabricantes deben certificar con ARI el desempeño de sus chillers, tomando en cuenta la operación de la unidad a cargas parciales. Las condiciones fuera de diseño se expresan en valor integrado a carga parcial (IPLV) o valor no estándar a cargar parcial (NPLV). Este valor predice la eficiencia del chiller sobre una gama de condiciones de operación establecidas por ARI y se expresa en un número único. ARI determinó que sólo el 1% de las horas operacionales el chiller trabaja a 100% de la carga. Con tan pocas horas de operación usadas a carga completa, un análisis comparando las unidades a 100% de carga sería completamente inservible. La información usada fue una media ponderada de 29 ciudades de Estados Unidos, específicamente escogidas porque representaban áreas donde se produjo el 80% de todas las ventas de chillers durante un período de 25 años.

Nuevo condensador “YDS” con compresor digital.

Los sistemas de HVAC juegan un papel importante en el consumo de energía de los edificios comerciales. Como uno de los componentes principales, la exacta evaluación y selección del chiller es clave para bajar las cuentas de energía. A menudo, la idea errónea de que los chillers condensados por aire no son eficientes energéticamen-te, perjudica la oportunidad de un mejor desempeño. La eficiencia energética debería ser el foco primario al evaluar los diseños entregados por los fabricantes de chillers condensados por aire. Ya sea el ingeniero que especifica el equipo ó el administrador del edificio que paga las cuentas, deberían tener muy presente los valores de IPLV, la tarifa de la compañía eléctrica y el factor de potencia necesario para obtener una buena evaluación. En el entendido que un IPLV más alto contribuye a reducir los costos de energía y un factor de potencia más alto contribuye a bajar los requerimientos de la compañía eléctrica, el propietario puede alcanzar costos operacionales más bajos y un mejor resultado.

A modo de conclusión, a medida que la relación del IPLV es mayor, es más eficiente la máquina, teniendo presente que toda medición de eficiencia debe hacerse en base a carga parcial, considerando que los chillers el 98% del tiempo trabajan a carga parcial.

Mayor información contactar a York Chile S.A. al fono (2) 4272100 o a ventas.chile@york.com