¿Cuáles fueron los principales objetivos de esta Bienal?
Esta Bienal tuvo tres grandes objetivos: dar a conocer al país las obras terminadas que los arquitectos hemos realizado durante los dos últimos años a lo largo de Chile; efectuar una integración con los arquitectos internacionales y los grupos de trabajo que han hecho cosas específicas de interés para el país; e institucio-nalizar a esta Bienal para coordinar el trabajo que significa hacer realidad la Reforma Urbana.

¿Cuál es el rol del Colegio de Arquitectos en el tema de Reforma Urbana?
Si bien las ciudades son planificadas y diseñadas por equipos multidis-ciplinarios, esta tarea debe ser lide-rada por arquitectos, que somos especialistas en la materia. Estos grupos de trabajo debieran estar integrados por ingenieros, consultores, inmobiliarios, abogados, inversionistas, ecologistas, geógrafos y arquitectos, entre otros, en una labor bien coordinada que esté encabezada por estos últimos profesionales.

Por otra parte, los ministerios, que son los que en definitiva generan las normas que rigen a todos los chilenos, trabajan con un equipo técnico y arquitectos acorde a los intereses del Gobierno, pero en el que no tienen ninguna injerencia los arquitectos del área privada. Por eso, como gremio hemos cuestionado reiteradamente este punto y estamos confiados en que podremos lograr importantes avances con la actual Ministra de Vivienda, que es arquitecta y entiende que nuestra participación y aporte son muy significativos para crear una mejor propuesta de ordenamiento territorial de Chile.

¿Qué otros desafíos conlleva esta Reforma?
La Reforma Urbana es un proceso que se vive y que promete dictar caminos sobre temas como la expansión urbana, diferentes densidades y usos de suelos, áreas verdes y aspectos eco-lógicos, por mencionar sólo algunos. Los arquitectos somos los que planificamos los lugares donde se de-sarrolla la vida de las personas y, por ende, nuestro gran objetivo es apuntar a que esa vida pueda vivirse de la mejor manera posible.

Soy un convencido de que los chilenos somos personas muy espirituales, que nos gusta gozar la vida, y hoy, lamentablemente, ese potencial se ve aplastado por la urgencia cotidiana y por diversos problemas urbanos que sí tienen solución.

¿Por qué es necesaria una nueva Ley General de Urbanismo y Construcciones?
La actual ley data de 1929 y si bien se le han hecho algunos ajustes, se trata de modificaciones menores, ya que el esqueleto sigue siendo viejo. Necesitamos una ley nueva y flexible, acorde con los actuales requerimientos.

Para hacer realidad lo anterior, debemos concretar una serie de pasos. En primer lugar, es fundamental contar con toda la información necesaria, de todas las fuentes posibles, luego de lo cual debe realizarse un análisis exhaustivo del problema, a todas las escalas, para realizar una posterior síntesis. Sólo recién será posible elaborar una propuesta de nueva ley, a nivel de "empresa bienal público-privada, ministerio-colegio".

¿Qué rol debe jugar la ciudadanía?
Creemos que es clave que la ciudadanía juegue un rol activo en todo el proceso, dado que son protagonistas en el tema de la Reforma Urbana. Hay muchísimas inquietudes por resolver y creemos que llegó el momento de romper la burbuja de los arquitectos, generar información, proponer y concretar los cambios deseados. En este sentido, el ideal es que logremos contar con esta propuesta de nueva ley antes del Bicentenario.