Características de estos sistemas

La protección sísmica pasiva permite reducir las respuestas dinámicas de las estructuras.

La aislación sísmica cumple la función de generar una interfaz entre el suelo y la estructura resistente del edificio, interfaz que funciona como un filtro de los movimientos del suelo, de esta manera podemos reducir hasta en un 80 % las fuerzas dinámicas que actúan solicitando la súper estructura del edificio.

Los dispositivos amplifican el período de vibración del edificio lo que implica una reducción notable de aceleración según el espectro de diseño. Los dispositivos de aislación sísmica basal comúnmente son ubicados en la base de los edificios o a nivel de cielo de subterráneos.

La disipación de energía, si bien no impide que la energía liberada por el sismo ingrese a la estructura, permite que se disipe en dispositivos estratégicamente ubicados, reduciéndose mediante degradación del dispositivo en el caso de los dispositivos histeréticos de plastificación, o por amortiguamiento viscoso o masas inerciales sintonizadas. De esta manera la disipación generada por degradación estructural en edificios convencionales se sustituye por una degradación del dispositivo reduciendo enormemente los daños en el edificio. Estos dispositivos reducen las demandas sísmicas entre un 15% a 30 %, lo que se traduce en confort y seguridad.

En síntesis, estos dispositivos ya sean de aislación basal o disipación están diseñados para controlar los daños causados por deformaciones de entrepisos excesivas, controlar el daño del contenido, mantener continuidad operativa y proteger la vida.


Diseños arquitectónicos

Esta serie de dispositivos requiere de un cuidadoso desarrollo del proceso de diseño arquitectónico, ya que de las características del edificio emana el tipo de dispositivo. Hay ciertas singularidades a las cuales no responden ciertos dispositivos; normalmente los edificios en los cuales su geometría volumétrica propone estabilidad son candidatos a ser aislados basalmente y los edificios con esbeltez excesiva son candidatos a ser disipados por la inestabilidad implícita en la forma. Generalmente los dispositivos de aislación basal no tienen capacidad para soportar tracciones; más que la cantidad de pisos lo fundamental es la estabilidad del volumen.

En lo que se refiere al uso y aceptación de estos dispositivos, éste radica directamente en la difusión, estudio y conocimiento de los sistemas.

El ámbito académico, por otra parte, no puede estar al margen de las nuevas tecnologías y tendencias. Las carreras relacionadas al ámbito de la construcción debiesen adoptar esta tecnología de vanguardia como otra alternativa asociada a países de vocación sísmica como el nuestro.

Como académico de la Facultad de Arquitectura Diseño y Construcción de la Universidad Mayor tenemos como innovación en cursos terminales de las carreras de Construcción Civil y Arquitectura, el análisis y estudio de las posibilidades que ofrece la protección sísmica desde el estudio y familiarización con los diversos dispositivos hasta la identificación de sistemas apropiados para diversas estructuras. También existen iniciativas de difusión de los sistemas por parte de la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT, de la Cámara Chilena de la Construcción, con el fin de capacitar a los profesionales relacionados con la disciplina.