¿Qué lo motivó a visitar nuestro país?
En 2010 participé en la XVII Bienal de Arquitectura en Santiago, donde mi enfoque arquitectónico fue catalogado como ‘diferente’, puesto que se basa en la responsabilidad ambiental. Este algunas veces no es muy popular, pero es clave insistir en lograr un real cuidado del medioambiente y de la calidad de vida. En Chile, por lo que he visto, lo complicado y difícil de construir pasa a ser confortable, por lo que deduzco que el tema de la sustentibilidad aún no está muy desarrollado.

Felipe Carrasco, arquitecto chileno y Académico de Taller de la Universidad Mayor, pensó que mi aporte podría ser aún mayor, a nivel de Universidad, por lo que establecimos una alianza estratégica de cooperación y hermandad entre la casa de estudios y su master de Eficiencia Energética y el Glenn Murcutt Masterclass en Australia, curso orientado a formar profesionales del ámbito de la arquitectura con el más riguroso programa de contenidos de sustentabilidad, del cual soy tutor.

¿Cómo definiría la ‘construcción verde o sustentable’"
El término ‘construcción verde o sustentable’ no está del todo bien utilizado, ya que a mi parecer, la expresión correcta es ‘construcción responsable’. Hoy en día, somos varios los profesionales del área que estamos preocupados al ver que, a nivel mundial, se observa una tendencia en construcción relacionada con un mayor consumo de energía. Según estimaciones, se podría decir que los edificios del mundo utilizan un 40% de toda la energía, lo que es un gran porcentaje que a futuro puede generar dificultades. Nuestra misión es darnos cuenta sobre qué podemos hacer para evitar esta situación, ya que definitivamente tiene que cambiar.

¿Cómo ayudar a gestionar este cambio?
Hace 200 años, solíamos construir responsablemente, porque utilizábamos materiales orgánicos, totalmente reciclables. En la antigua Italia, por ejemplo, se edificaban las viviendas una al lado de la otra, para así mantener el calor. El paso del tiempo y el desarrollo de la humanidad, nos llevaron a cambiar la forma de emplazar nuestras construcciones, las convertimos en insostenibles, ya que sólo en 50 años hemos utilizado gran parte de nuestros recursos naturales. Además, la ambición del hombre tampoco apoya este cambio, puesto que una casa de 3.000 m², no es construcción responsable. El volver a compartir espacios también sería una ayuda.

El arquitecto australiano Glenn Murcutt, que trabaja diseñando principalmente casas modernistas ambientales que responden a sus alrededores y al clima, además de ser muy conscientes de la energía, es uno de los impulsores de esta transformación, que ha llevado a muchos arquitectos a continuar su línea. Yo soy uno de sus seguidores y recorro el mundo enseñando y dando conferencias a arquitectos y estudiantes universitarios, para que tomen conciencia y se sumen a la cruzada.

¿Qué factores influyen en una construcción responsable?
Múltiples, que van desde la elección del terreno adecuado, sus ventajas y debilidades, lo que significa estar en él, lo que éste te hace sentir, hasta la belleza de la edificación. La construcción responsable no tiene por qué no ser bella; tenemos que tener belleza en el mundo y la arquitectura es muy importante para el espíritu humano. En resumen, para hacer arquitectura bien pensada es fundamental el lugar y la intención de que sus moradores puedan conectarse con la naturaleza y enriquecer su forma de vivir, a través de la estructura. La meta es lograr arquitectura bella y responsable con el medioambiente y el hombre.

Orientar los espacios de manera de aprovechar la luz del día y así reducir el consumo de energía y aprovechar las corrientes de aire en vez de llegar e instalar un aire acondicionado, son algunas de las muchas posibilidades que tenemos para lograr el diseño de construcciones respetuosas y que ahorren energía.

¿Cómo los materiales pueden apoyar la construcción responsable?
Cuando se proyectan las estructuras, también se debe pensar en los materiales que serán utilizados en ellas y los servicios que éstas ofrecerán. Asimismo, se tienen que analizar las opciones de incorporación de tecnología, de sistemas de reciclado de agua y de energía, entre otros.

La elección de materiales es fundamental, ya que se puede seleccionar entre varios tipos, como acero, madera y concreto, pero hay que tener en cuenta que el acero consume 15 veces más energía que la madera y que el concreto deja un alto porcentaje de huella de carbono. Estudiar los materiales y su impacto en la naturaleza, cuáles son recursos renovables y cuáles no, es vital para una arquitectura responsable.

¿Cuál es la posición de Chile en esta materia?
Creo que está en una buena posición, puesto que es un país capaz de absorber los nuevos lineamientos de respeto por la naturaleza rápidamente y, gracias a su desarrollo, quiere ser pionero en muchos temas. Uno de ellos puede ser la construcción responsable. De todos modos, éste es un proceso lento, muy lento, y hasta que alguna persona con mucho poder diga que se están haciendo las cosas mal, va a seguir existiendo un cambio paulatino a nivel mundial.