A pesar de que el mercado de la construcción está un tanto deprimido con respecto a los emblemáticos tiempos del boom del sector, existe un flujo constante de inversión que durante el último año se ha mantenido estable. Importantes obras en Santiago y regiones dejan en claro que, aunque el crecimiento no es explosivo, existe un mercado que sigue en movimiento. Y es ese el contexto en el que los proveedores de compresores de aire están desarrollando su negocio.

¿Arrendar o comprar?

Actualmente, «competencia» es el concepto que mejor define el mercado de los compresores de aire. Como señala Raymond Strellnauer, Gerente General de Kaeser Compresores, «los precios han disminuido de manera importante durante los últimos años, especialmente, luego que empresas dedicadas al negocio del arrendamiento se sumaran a este negocio».

Esto ha obligado, a juicio de Jorge Oettinger, Gerente de Negocios División Oil-free & Industrial Air de Atlas Copco, «a que para lograr ser más competitivas en cuanto a precio, las empresas del rubro hayamos tenido que reestructurar nuestros costos internos. Junto con ello, estamos ofreciendo a las constructoras interesantes ofertas por concepto de servicios de mantención, que es un punto delicado en la venta de compresores de aire, porque son equipos que por su uso necesitan estar en constante revisión».

A juicio de los proveedores, este alto nivel de competitividad no corresponde a un fenómeno coyuntural. Manuel Correa, Jefe Departamento Equipos Minería y Construcción de Simma, indica que «estas ventajosas opciones de compra para las empresas constructoras van a mantenerse, porque el arriendo de compresores de aire es una tendencia que a nivel mundial está imponiéndose, sobretodo cuando se requiere utilizar equipos por un corto período de tiempo».

En opinión de José Pache-co, Jefe de Productos Ingersoll Rand de SK Comercial, la alternativa del arriendo es conveniente para las empresas sólo si los contratos no superan los 10 ó 12 meses. «Esta modalidad resuelve muy bien la problemática de las empresas constructoras que necesitan un compresor por 3 ó 6 meses, pero si el requerimiento es por más de un año, comprar resulta mucho más ventajoso en términos financieros y de bienes de capital».

Tecnología de aire comprimido

En materia tecnológica, los fabricantes de compresores de aire están en un mismo nivel. Como indica Carlos Concha, Gerente General de Serma-tec, en el mercado local la oferta de compresores se divide en equipos portátiles y estacionarios. «En el caso de los primeros, la tecnología es la misma, lo que hace que sean prácticamente iguales. Al contrario, los equipos estacionarios se clasifican en distintos modelos dependiendo de su aplicación».

Es así como existen equipos con características técnicas para ser usados en condiciones atmosféricas especiales como altura, humedad, presión y temperatura, especialmente críticas en países latinoamericanos. Sin embargo, como señala Juan Sáenz, Supervisor línea Sullair de Marco Chilena, «no siempre los clientes saben que existen compresores de aire para distintas aplicaciones y es por eso que al momento de comprar, siguen solicitando equipos muy básicos, porque en algunos casos no conocen que existen distintos equipos para ser usados en ambientes de trabajo diferentes».

En este sentido, Oettin-ger señala que son las empresas proveedoras las encargadas de averiguar cuál es el uso que sus clientes van a darle al equipo, «asesorándolos para que adquieran un equipo que sea realmente eficiente en la obra y que no esté sobrevalorado ni subutilizado, de manera de asegurarle que está invirtiendo en el compresor adecuado».

Abrirse a la capacitación

Incorporar tecnología a las faenas de construcción es un hecho que no se da en la totalidad de las empresas del sector. Muchas trabajan aún con herramientas manuales, a pesar que la tendencia es incorporar equipos para aumentar la productividad en la obra y evitar multas al cumplir con los plazos de entrega de los proyectos.

Concretamente, Roberto Morales, Gerente General de Air Service, señala que muchas veces la alta gerencia de las empresas no conoce el impacto que el correcto uso de un compresor de aire puede tener en la productividad de una obra. Asimismo, Correa agrega que, generalmente, las empresas proveedoras intentan dar a conocer el tema a sus clientes y potenciales clientes, «sin embargo, desperfilan el concepto y no le dan la importancia que requiere».

Según señala Ramón Valls, Jefe de Ventas de Minco Suppliers, esto se explica porque en el sector de la construcción existe una alta rotación de ejecutivos, «lo que no permite que se interioricen en materias aunque importantes, tan específicas como que sus trabajadores hagan un uso eficiente de los equipos de aire comprimido».

A pesar de esta realidad, Jorge Risopatrón, Director Nacional del Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores de Chile, opina que «para hacer crecer el mercado de compresores de aire en Chile, es fundamental realizar un permanente trabajo de capacitación, orientado a que las empresas constructoras perciban el positivo impacto que puede tener en su productividad que sus operarios conozcan a cabalidad cómo opera y de qué manera es posible maximizar la utilidad de un equipo de este tipo».

Los proveedores coinciden en que es preciso insistir a las empresas constructoras que se abran a la capacitación en esta materia. Señalan que en la medida que sus trabajadores sepan sacar el máximo provecho a los equipos sin descuidarlos, van a proteger su inversión y, al mismo tiempo, mejorar su negocio.