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Pablo Covacevic
Proyectos constructivos
con Monolite

Pablo Covacevic confiesa haber tenido siempre la vocación de arquitecto, motivada un poco por su madre, decoradora, y su padre, uno de los tres arquitectos encargados de la construcción del Congreso Nacional en Valparaíso. Profesionalmente, su cuna laboral fue Gubbins & Labbé, donde su primera tarea consistió en ser Jefe de Taller de un proyecto de la empresa Socovesa, para la construcción de 100 casas en el sector de San Carlos de Apoquindo y posteriormente, en 1995, se independizó dando origen a Pablo Covacevic & Cía. Ltda. Hace seis años conoció el sistema constructivo Monolite y motivado por sus características decidió construir su casa en Calera de Tango en un 100% con este material. Para conocer su experiencia y las posteriores obras que llevó a cabo con el sistema, conversamos con el arquitecto.

Cuando se instaló en Chile Monolite, Covacevic visitó las instalaciones de la empresa y pudo conocer en detalle las características del producto. Como señala, «yo conocía sistemas similares, por lo tanto, sabía cuáles podían ser sus debilidades. Sin embargo, Monolite me pareció interesante porque es muy eficiente en términos técnicos, por su variedad de productos y, especialmente, por el apoyo postventa que entrega a sus clientes».

 

De principio a fin

El sistema constructivo Monolite está basado en paneles de mortero armado con alma de poliestireno expandido, para aplicaciones tanto estructurales como divisorias. Según cuenta Covacevic, «la construcción de mi casa fue la primera experiencia que tuve con Monolite y pude comprobar el apoyo que entrega la empresa a sus clientes, ya que en mi caso, comencé a construir con un equipo de maestros que no conocían el sistema y un grupo de técnicos de Monolite se encargó de capacitarlos. Asimismo, monitorearon constantemente el proceso de construcción, de manera que contamos con su asesoría de principio a fin».

Al momento de decidir entre alternativas similares de construcción, un punto a favor de Monolite fue a juicio de Covacevic, «el tener un sistema constructivo más claro, ya que entregaban soluciones para las fisuras de los estucos, mejores métodos para unir los paneles y un sistema muy didáctico para introducirse en su manejo».

Una vez que los paneles están montados y forman la estructura base de la construcción, viene el proceso de estuco, con lo que se logra una rigidez total del material. Como indica Covacevic, «cuando se arman los primeros paneles antes de estucar, cuesta creer que se van a convertir en muros estructurales y completamente

sólidos, pero una vez en la etapa de terminaciones, cuando se está pintando o haciendo algún tratamiento especial a los muros exteriores e interiores, uno se convence de que los paneles son un sistema de construcción sólido».

Por otra parte, el arquitecto señala que a diferencia del sistema de albañilería, los paneles de Monolite permiten desarrollar la obra linealmente y sin retrocesos, «porque cuando se construye en base a ladrillos, una vez que está lista la estructura los instaladores necesariamente tienen que romper para introducir los tubos con el cableado o las cañerías de agua y gas y luego hay que volver a trabajar en la pared y repararla. Con Monolite el sistema es mucho más limpio porque una vez que se instalan los paneles estructurales, los insta-ladores sólo rebajan la superficie de aislapol y luego se estuca como estaba planificado, sin trabajar de más».

 

Construyendo más rápido

Luego de la exitosa construcción de su casa, Covacevic realizó también con el sistema Monolite la edificación de dos viviendas más, una casa de veraneo en Curacaví de 100 m² y otra en Colina de 180 m². El profesional señala que en estos casos, le fue posible diseñar los espacios exteriores e interiores sin tener que ajustarse a las medidas están-dares de los materiales que normalmente se comercializan en el mercado. Según explica, «generalmente, cuando los arquitectos diseñan, tienen que acomodarse, por ejemplo, a las medidas de fabricación de la volcanita y así de otros materiales, sin embargo, en el caso de los paneles Monolite, solamente el ancho es estándar y el alto depende del proyecto que se quiera construir. Esto significa que es la empresa la que se ajusta a mis necesidades y no yo como arquitecto a su producto».

Recientemente, Covacevic terminó un proyecto de ampliación en Así Chile, empresa procesadora de nueces ubicada en Los Andes, el cual fue construido íntegramente con el sistema Monolite. Como comenta

el profesional, «para llevar adelante este objetivo, que consistía en la construcción de comedores y baños para sus trabajadores en una superficie de 120 m², fue requisito asegurar a los ejecutivos de la empresa que estaría listo en un plazo de seis semanas y la única manera de cumplir con la fecha de entrega era hacerlo en un 100% con estos paneles. En un principio la empresa quería que la ampliación fuera hecha en albañilería, pero de esa manera las seis semanas de plazo necesariamente se hubieran duplicado. Fue decisivo para que optaran por este sistema además de la rapidez, la capacidad de aislamiento del panel, que podía disminuir el calor en gran medida durante el verano, época muy calurosa en el sector».

La ampliación fue terminada dentro del plazo establecido y cumplió además con la terminación exigida, que era homologar la fachada de adobe de la casona de Así Chile con la construcción hecha en Monolite, de manera que la arquitectura mantuviera continuidad.

 

Un gran acierto

Para lograr un óptimo resultado con el sistema constructivo Monolite, Cova-cevic señala que hay que dejarse asesorar por el proveedor. Como explica, «Monolite cuenta con un personal especializado que entrega un servicio de pre y postventa que orienta al constructor respecto de cómo llevar adelante un proyecto, que puede ir desde una mansarda o una ampliación hasta una casa de gran superficie».

En opinión del arquitecto, a pesar de que en términos de precios es más económico el panel Monolite con respecto al sistema tradicional de ladrillos, «el costo se vuelve un aspecto marginal comparado con la facilidad constructiva que aporta. Es un método de fabricación muy claro y que permite construir más rápidamente, lo que representa ahorros desde el punto de vista del tiempo empleado y en mano de obra». Junto con ello, el profesional destaca las cualidades térmicas del material, «que permite aislar el calor en verano y mantenerlo en el invierno, y haciendo una retrospectiva, por los ahorros significativos en calefacción, creo que haber construido mi casa con el sistema Monolite fue un gran acierto».

Noviembre 2001
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