Según datos del INE, cerca de un 17% de las viviendas del país son construidas usando la madera como material estructural, cifra que las empresas proveedoras de productos derivados de este recurso proyectan aumentar en los próximos años. Sin embargo, para lograr lo anterior se requiere que productores, profesionales del área, entidades gremiales y el sector público y privado realicen un esfuerzo conjunto para generar una mayor demanda.

Chile: el Canadá de América Latina

Si bien Chile es un país con altos niveles de producción de madera, este material no es usado frecuentemente en la construcción de la denominada primera casa o vivienda definitiva, a excepción de lo que se observa en el caso de soluciones habi-tacionales para sectores socio-económicos desposeídos. Como explica Héctor López, Jefe División Técnica de Estudio y Fomento del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, «en parte este fenómeno responde a que durante mucho tiempo la producción de madera que se destinó a la construcción era de mala calidad y presentaba serios problemas, tales como humedad no controlada y medidas poco calibradas, de modo que había pocos constructores que quisieran asumir el riesgo de trabajar con los productos de este recurso». En este contexto, Francisco Lozano, Sub-Gerente de Marketing de Centromaderas S.A., señala que «hoy ese escenario ha cambiado, existiendo diversos productos de calidad y valor agregado como, por ejemplo, nuestra madera seca, que es altamente valorada por los constructores y que está experimentando un crecimiento importante».

Otro ejemplo de calidad da Arturo Pincheira, Sub Gerente de Ventas de CMPC Maderas S.A., quien sostiene que «nuestro Pino Radiata está certificado y es empleado ampliamente en Inglaterra en la construcción de casas de más de un millón de dólares». Respecto de este punto, Ricardo Marquínez, Sub-Gerente Servicio Comerciales de Copihue, comenta que «atendiendo al hecho de que este tipo de madera es de gran nivel y alta durabilidad, resulta fundamental cualquier esfuerzo público o privado para incentivar su utilización al interior del país, siguiendo la tendencia observada en algunas naciones europeas». Por su parte, Mauricio Chau-riye, Area Comercial División Industrial de Empresas Four-cade, acota que «el Pino Ra-diata constituye también una muy buena alternativa en el mercado de la mueblería, muy ligado al de la construcción, para el cual nuestra empresa comercializa, básicamente, productos de terminación, como lijado, encolado y barnizado». Roberto Heskia, Subgerente de Marketing y Desarrollo de Masisa S.A., asevera, en tanto, que «nuestra empresa también cuenta con una oferta de calidad, ampliamente usada en mueblería de cocina, entre otras aplicaciones, como es el caso de nuestros tableros de madera aglomerada recubiertos y enchapados».

Una labor coordinada

Habiendo consenso de que hoy existe una buena calidad en productos de madera para la construcción y actividades asociadas como la decoración y mueblería, los asistentes a este desayuno también coinciden en que resulta vital dar señales en este sentido para fomentar su uso. Pablo Barrientos, Gerente Comercial de Infodema S.A. destaca que «a mi juicio, el principal actor en el posicionamiento de la madera en el ámbito de la construcción debe ser el productor, quien debe contar con el apoyo de constructores para incentivar el uso de este recurso, que ofrece convenientes oportunidades de negocios». En este marco, Daniel Sunico, Arquitecto División Técnica del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, indica que «hace falta una asociación estratégica, como la existente en la industria del cemento, tendiente a que los principales actores involucrados en el tema trabajen conjuntamente en pos del objetivo común de difundir las bondades de la madera e impulsar acciones para incrementar su uso». Al respecto, Enrique Escobar, Gerente de Proyectos Departamento Aserraderos de Corporación Chilena de la Madera, expresa que «uno de los objetivos centrales del recientemente creado Centro de Transferencia Tecnológica de la Madera es poder trabajar en conjunto con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en la identificación de líneas de acción que permitan a la madera desplegar todo su potencial. Asimismo, tanto el Instituto Forestal como la Fundación Chile se han acercado a Corma para generar directrices e iniciativas como investigaciones, búsqueda de financiamiento y desarrollo, que respondan efectivamente a las necesidades de este mercado, ya que de lo contrario se cae en una suerte de meros ejercicios académicos». El ejecutivo añade que «dicho centro contempla, en una primera etapa, definir, entre otras variables, qué es la madera y cuáles deben ser sus características básicas y mecanismos de control de humedad y protección química, luego de lo cual vendría transmitir dichos conocimientos tanto a los profesionales en ejercicio como en formación. En este último sentido, existe la idea de crear un comité educacional, constituido por representantes de los colegios profesionales e institutos del área, con el fin de hacer un diagnóstico de cómo está el país en esta materia y plantear lo cambios necesarios al Consejo Superior de Educación». Sobre este tema, César Vargas, Presidente del Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores A.G., expresa que lo anterior sería muy positivo, ya que «es necesario intensificar en las aulas los contenidos relativos a la madera y sus aplicaciones, puesto que en la actualidad el número de horas destinado para estos efectos es insuficiente».

Otros desafíos pendientes

Además de generar una labor coordinada y difundir los diversos usos y beneficios de la madera, entre los que destacan su diversidad de productos, calidad, comfort, calidez y menores costos, los asistentes coinciden en que aún es necesario incorporar más tecnología y desarrollo a esta actividad. Al respecto, Enrique McManus, Encargado de Desarrollo de Aserraderos Arauco S.A., destaca que «en mi opinión, vamos por esa senda si pensamos en la disponibilidad que existe en el mercado de tableros de muy buen nivel para la industria de la construcción, que constituyen un ejemplo de cómo ésta se ha ido tecnificando». Al respecto, Arturo Molina, Jefe Depto. A. Técnica y Marketing de Tulsa, señala que «nuestra empresa también cuenta con una amplia variedad de tableros para la fase inicial de una obra, además de terciados estructurales que se emplean en etapas más avanzadas».

En resumen, se estima que hoy existen diversos productos derivados de la madera que poseen una gran calidad para ser empleados en la industria de la construcción y otras relacionadas, los que brindan importantes beneficios en materia de costo y calidez, ventajas que deben difundirse para lograr una mayor demanda. Pero, para los ejecutivos que participaron en esta reunión ello debe complementarse con la incorporación de nuevas tecnologías, una labor coordinada y una enseñanza eficiente, que posibiliten abrir nuevos espacios de aplicación e inversión.