Marcelo Faiden señala que "desde hace unos años vengo trabajando sobre una idea de urbanismo que no se construye sobre un descampado, sino que sobre una ciudad que ya existe, por los inconvenientes que tiene extender infinitamente una ciudad y que va -con muy poca densidad- tornando artificiales grandes superficies de tierra". Agrega que "ello hace necesario desarrollar herramientas de proyecto que permitan reactivar aquello que tenemos, que está en una posición urbana privilegiada y que necesita de una nueva mirada para renovar su sentido".
Un claro ejemplo de lo anterior fue la idea de revitalizar la Villa Portales, un lugar con más de 50 años de uso ininterrumpido. El arquitecto señala que, a su juicio, es una obra excepcional, a pesar de su desgaste, y que en ese contexto surge la propuesta de trabajar este tema en el concurso de la Universidad Mayor. "Lo que yo propuse son diez ideas de ciudad que cada equipo participante debía incorporar a esta villa, donde destaca -por ejemplo- el tránsito desde el mono-funcionalismo hacia los usos mixtos. Porque la Villa Portales tiene casi exclusivamente viviendas, por lo tanto, se hace necesario incluir programas complementarios, sin perder su potencial de paisaje, sin masificarla ni perder su identidad", explica.
El profesional añade que es muy importante que el arquitecto pueda participar en la planificación de los proyectos de urbanismo. En este sentido, precisa que "es fundamental proponer un cambio de visión, porque muchos podrían pensar que en ciertos lugares de la ciudad no hay nada que hacer, que se están viniendo abajo a pedazos y que es mejor hacerlos de nuevo, pero si no queremos caer en el error de botar lo que existe y construir desde cero, es necesario proponer una nueva sensibilidad y desarrollar nuestra capacidad de redescripción".
Indica que la Villa Portales, por ejemplo, tiene un enorme potencial, dada la gran cantidad de espacios inutilizados que pueden servir para hacer programas que financien su mantenimiento y que renueven sus infraestructuras. Agrega que esta visión de alguna manera significa redescribir la profesión del arquitecto, porque el mundo es otro. La tesis aquí es construir una nueva idea de arquitecto.
La tendencia de la reutilización de la ciudad
Esta tendencia claramente está dándose en el mundo. Marcelo Faiden comenta que ya se está ejecutando en algunos edificios en altura que se construyeron en las afueras de Francia. "En muchos casos, las viviendas de posguerra que se hicieron en las ciudades europeas tuvieron después un impacto negativo tal que se demolían, lo que ocasionaba gran cantidad de consecuencias negativas, como impacto ambiental producto de escombros y polvo. A raíz de esto surgió la idea de reciclar estos conjuntos, pero no sólo a nivel de lavarles la cara, pintándolos de colores alegres, sino que también impulsando programas y cambios que permitieran el ingreso de más luz a las viviendas y ampliaciones que hicieran posible incorporar tendencias de la vida contemporánea, como espacios para tener una oficina en el hogar, espacios de ocio, etc.".
Enfatiza que ya no es posible encontrarse con 31 hectáreas -que es lo que ocurre con la Villa Portales- en un lugar céntrico, por lo que los arquitectos deben actualizar sus herramientas para no volverse obsoletos.
La Ciudad Contemporánea
Otra de las ideas que propone este arquitecto es no segregar los distintos estratos sociales, porque, afirma, "para que haya vida necesitamos diversidad". Señala, además, que este concepto de contemporaneidad debe incluir también a la vivienda social.
"En nuestro estudio Adamo Faiden estamos trabajando en el desarrollo de modelos de vivienda social completamente distintos, para el cono urbano de Buenos Aires, construyendo sobre viviendas que ya existen pero que están deterioradas; entonces en vez de hacer grandes conjuntos hacemos casas atomizadas, que hacen que la integración sea mucho más fácil, eliminando la idea de gheto".
Concluye que "me gustaría pensar que esto no es tan interesante como pertinente y que es muy importante que así como las distintas escuelas de arquitectura de las universidades actualizan sus programas de estudio, hagan lo mismo con la concepción del arquitecto, que debe ser un profesional involucrado en los usos de la ciudad; atento a su evolución y sus cambios".