La tecnología LED aparece hoy como una perfecta alternativa al cambio de las tradicionales lámparas incandescentes, halógenas y de halogenuro metálico. Ello, por cuanto no sólo genera un menor consumo de energía -hasta un 80% frente a las halógenas- sino que, también porque tiene una vida útil de más de 35,000 a 50,000 horas, lo que permite evitar esos innumerables costos ocultos que conlleva el utilizar, cambiar y mantener ampolletas convencionales y también las de ahorro energético.

Pero ello no es todo. Hay un compromiso que, a nivel país, debemos cautelar: el cuidado del medioambiente, cumpliendo las distintas normativas que se han dispuesto a nivel mundial, evitando utilizar bombillas que supongan el uso de elementos sumamente dañinos para la salud y el medioambiente, como el mercurio, presente en las ampolletas de bajo consumo.


Una tecnología con muchas ventajas

La tecnología LED permite un alto mantenimiento luminoso: Flujo luminoso de vida a L70 en hasta 50.000 horas. Tiene un alto Indice de Reproducción de Color, hasta Ra94. Asimismo, otorga una alta consistencia en la temperatura de color y presenta una baja emisión de calor en comparación de las fuentes de luz tradicionales.

Por todo ello, está considerada la mejor vía de reemplazo de las actuales ampolletas de ahorro energético, dado que no contiene mercurio -considerado un agente que puede generar problemas neuronales graves, en caso de tener contacto con él.

También, nos encontramos en un momento que la construcción está en alza, y en que hay que pensar en realizar un salto cualitativo en materia de iluminación en Chile, no sólo conformarse con medidas que conllevan costos ocultos importantes y son altamente dañinas para la salud y el medioambiente.

Lo anterior, sin considerar siquiera que este tipo de iluminación LED permite gran versatilidad y estética, otorgando una libertad muy amplia para crear los ambientes que los clientes exigen, a la vez que genera proyectos de alto valor creativo.

Como no tiene restricción, la tecnología LED puede utilizarse en distintas edificaciones, tales como: iluminación general, colegios, áreas de circulación, hoteles, restaurantes, casinos, oficinas, malls, hospitales y espacios públicos, entre otros.

En cuanto a su vida útil, este tipo de iluminación puede durar a lo menos 35 mil horas, es decir, 30 veces más que las ampolletas incandescente, 25 veces más que las halógenas y 10 veces más que las lámparas compactas fluorescentes, evitando los altos costos de mantener y/o cambiar las ampolletas.

Para los expertos, las ampolletas LED son, por lejos, más eficientes y menos contaminantes. El ahorro de energía se calcula llega a ser del 70%, comparado con las luces de bajo consumo dicroicas halógenas e incandescentes. Ello se traduce, en breve, en un significativo ahorro, especialmente cuando se trata de iluminar edificios, tiendas comerciales, malls y otros.