Aunque estamos lejos del desarrollo alcanzado por el hormigón a la vista en países como Japón, Estados Unidos y algunos de Europa, en Chile su avance ha sido importante, sobre todo durante los últimos años. Una de las razones por las cuales se ha incrementado el uso de hormigón arquitectónico es, en opinión de Augusto Holmberg, Gerente General del Instituto del Cemento y el Hormigón, ICH, la sustancial mejora en equipos de colocación, sistemas de moldajes y en la disponibilidad de hormigón premezclado en casi cualquier punto del país. “Todo esto ha permitido conciliar en forma práctica la función estructural del hormigón, con los requerimientos de una superficie de terminación”, apunta.

Walter Brehme, destacado arquitecto y Académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, coincide con esta opinión. Señala que durante los últimos años se ha producido -tanto en nuestro país como en el resto del mundo- un acelerado desarrollo en la tecnología del hormigón o concreto. Esto ha permitido contar con un creciente número de obras de arquitectura en este material, dando paso a múltiples expresiones estéticas, sin requerir revestimientos ni pinturas.

En el caso del hormigón visto arquitectónico, como también se denomina a esta terminación, pareciera cumplirse a la perfección la regla de “menos es más”.


Robustez y flexibilidad al mismo tiempo

Por su durabilidad, bajas exigencias de mantenimiento y alta flexibilidad, que le permite acomodarse a formas, texturas y colores muy variados, el hormigón se ha posicionado en el mundo de la construcción. Ya nadie, o muy pocos, discuten sobre su valor como materialidad robusta; y ahora también compite estéticamente, lo que se manifiesta en el hormigón arquitectónico.

Su gran versatilidad, afirma Augusto Holmberg, le permite transitar desde el hormigón a la vista, liso y sin textura, hasta el uso extensivo del color, la forma y la textura. Uno de los más grandes exponentes de la utilización más elemental del hormigón es Tadao Ando, arquitecto autodidacta japonés que sorprende a nivel mundial por el uso del hormigón liso y con marcas de encofrado visibles, de las que se vale para captar la luz. En el otro extremo están las esculturas de Federico Assler, que usa el hormigón para dar forma a su trabajo inspirado en la naturaleza y la figura humana, y que gracias a la resistencia del material, están en calles de todo el mundo.

Para lograr resultados óptimos y que aseguren larga vida al hormigón, es vital su adecuada especificación en un proyecto, donde todas las partes involucradas tengan absoluta claridad respecto al resultado esperado. Esto es un aspecto relevante, porque como indica el ejecutivo del ICH, “la reparación de un hormigón arquitectónico mal ejecutado es difícil y muchas veces imposible, por lo cual deben tomarse todas las precauciones para que quede bien desde el principio. Una buena forma de asegurarse es ajustar todos los materiales, equipos y personal en una zona de prueba al inicio del proyecto, con lo que es posible anticipar los problemas y establecer los estándares aceptables de la obra final”, recomienda.

Afortunadamente, según Walter Brehme, es posible proteger superficialmente el hormigón visto arquitectónico -como también se le denomina al hormigón a la vista- mediante hidrofugantes químicos, tipo silanos siloxanos, para así evitar la absorción de agua, que podría provocar la formación de manchas a causa de hongos.


La evolución del cemento

Todas las tecnologías relacionadas con el hormigón arquitectónico avanzan gracias al eco alcanzado por esta tendencia. Los expertos del mercado de la construcción aseguran que las principales novedades se han dado en el ámbito de los moldajes, con sistemas cada vez más estancos y geométricamente más precisos, y en la mayor disponibilidad de hormigones especiales. También destacan los avances en el área de los hormigones con color incorporado y hormigones auto-compactantes. Junto a todo esto, además, continuamente están mejorando las prácticas de colocación de este material, lo que facilita la ejecución del hormigón arquitectónico.

En efecto, como detalla e arquitecto de la Universidad de Chile, grandes empresas internacionales y nacionales, proveedoras de moldajes de alta calidad, están presentes desde hace unos años en nuestro país, ofertando al mercado de la construcción una amplia gama de productos y formatos, que permiten elaborar proyectos con gran libertad estética y con costos competitivos. “Estos moldajes pueden ser complementados por diseños y texturas variadas con materiales adicionales. Empleando contrachapados fenólicos, por ejemplo, reforzados con perfilería metálica, es posible lograr superficies con acabado perfectamente liso. Asimismo, gracias a la utilización de desmoldantes químicamente activos, aplicados al moldaje en películas muy delgadas, se pueden obtener acabados libres de burbujas de aire. Quedó en el pasado el empleo de moldajes de madera producidos artesanalmente”, explica.

Por su parte, los cementos comercializados en el mercado chileno, nacionales e importados, han aportado con su desarrollo al avance del hormigón arquitectónico. Mediante ensayos físicos-químicos y certificaciones en laboratorios de IDIEM, de la Universidad de Chile, son evaluados pára garantizar su calidad. “Las industrias productoras de cemento y sus empresas relacionadas de hormigón premezclado ofrecen al mercado una oferta variada de productos y calidades, permitiendo al arquitecto especificar propiedades al hormigón, según requerimientos de resistencia mecánica y trabajabilidad, garantizando la uniformidad necesaria”, indica Walter Brehme.


Confiabilidad y estética sin limitaciones de color

El mercado de los aditivos para hormigón visto arquitectónico también ha contribuido a su perfeccionamiento y desarrollo. Es así como gracias al empleo de aditivos de última generación es posible adecuar la maniobrabilidad del hormigón, para el vaciado de moldajes con formas arquitectónicas complejas, logrando consistencia autocompactante, homogeneidad y fluidez. Todo esto sin segregación, con baja relación agua/cemento y consecuentemente con elevadas resistencias mecánicas, sostiene el académico. “Esto entrega gran confiabilidad a la ingeniería estructural, requisito indispensable en las obras, considerando la extrema sismicidad de nuestro país. Hoy es posible contar con hormigones que superan ampliamente las máximas resistencias de nuestra Norma NCh 170 Of.85, lo que la ha obligado a estar actualmente en revisión”, comenta.

Desde el punto de vista estético es posible especificar una amplia gama de expresiones artísticas. Producto del avance en la oferta de hormigón premezclado, se puede obtener hormigón integralmente coloreado, de color uniforme y constante, gracias a la adición de pigmentos de origen mineral producidos industrialmente. “Si se requiere hormigón integralmente blanco, se logra empleando cemento blanco e inertes de cuarzo puro. En Chile no se produce actualmente, pero se puede importar a costos razonables. Con esto, también quedó en el pasado la limitación estética de obras solo en hormigón gris”, afirma Walter Brehme.