CUBIERTAS Y MUROS VEGETALES La incorporación de esta nueva técnica en Chile

Por Vicky Rojas, de VR + ARQ GERENCIAMIENTO DE PROYECTOS. Arquitecta de la Universidad de Chile, especialista en soluciones sustentables para la construcción.

A nivel de construcción, las edificaciones sustentables, que incorporan cubiertas y muros vegetales, son mucho más que una moda y más allá de lo estético son un beneficio para el medioambiente y las personas.

Ante la falta de vegetación en las grandes ciudades, y particularmente en Santiago, llama profundamente la atención en estos días, las alternativas de los revestimientos ecológicos -muros y cubiertas vegetales- que modifican el paisaje urbano y mejoran nuestra calidad de vida. ¿Qué es una cubierta vegetal? Al hablar de una cubierta vegetal nos referimos a un sistema de capas tecnológicas que incorpora el uso de vegetación sobre los techos (de muy poco espesor -promedio de 15 cm-), proporcionando beneficios sociales, económicos y medioambientales. A medida que las ciudades crecen vamos perdiendo gradualmente considerables superficies con áreas verdes; los ecosistemas activos son reemplazados grandes extensiones de asfalto y hormigón, reduciéndose la calidad del aire y de la vida de los habitantes de una ciudad. Desde las alturas, se observa la presencia de la quinta fachada, zona que casi siempre está destinada a ser un espacio muerto y sin uso. Evolución de las cubiertas vegetales El concepto de cubiertas vegetales y la práctica que implica su desarrollo es una solución que existe desde hace miles de años, sin embargo el concepto contemporáneo de cubierta vegetal fue desarrollado en Alemania en los años sesenta y desde entonces se ha hecho conocido y utilizado mundialmente en las últimas cuatro décadas. Hoy, se está incorporando además una nueva tendencia, el “ huerto urbano” o producción de alimentos (este último muy usado en países asiáticos). Las tecnologías actuales permiten muchas opciones para el desarrollo de cubiertas vegetales. En Chile ya hay algunos ejemplos construidos y es una tendencia en crecimiento. Aporte a la sustentabilidad Las cubiertas vegetales son una solución sustentable para las construcciones, ya que por ser aislantes (es bueno adicionar aislación térmica para cumplir con la normativa chilena), ahorran energía en aire acondicionado o en calefacción, y disminuyen la absorción de ruido, mejorando la aislación acústica. Además, aprovechan las aguas lluvia almacenándolas en pequeñas celdillas de los drenajes de los techos, propios del sistema, reduciendo el caudal de escorrentía urbana, ayudando a evitar inundaciones. Además, a nivel urbano, disminuyen el efecto de “Isla de Calor Urbana”, que se produce porque hemos remplazado la vegetación natural, por pavimentos y construcciones que realizamos al construir las ciudades. La solución de una cubierta vegetal puede existir, tanto en la zona central o sur del país, y se deben dar a cada una de ellas respuestas técnicas diferentes ya que las condiciones climáticas son muy distintas y para ello debemos usar flora nativa propia de cada lugar. En la zona central, nos preocupamos de almacenar el agua, sin embargo en el sur, se requiere drenar. Un beneficio para las inmobiliarias es que pueden elevar el valor de comercialización de los edificios, por ejemplo, en los pisos que tienen vistas hacia las cubiertas. Otra tendencia es utilizar los últimos pisos para instalar quinchos, piscinas y espacios de recreación . Además de sedimentar el polvo, las plantas juegan un rol psicológico: ver verde, sentir otra sensación, cambia absolutamente la percepción. Paulatinamente, se ha ido incursionando en el tema en Chile y diversos proyectos comienzan a incorporar esta tecnología, como hospitales, edificios corporativos, de oficinas, educacionales, comerciales y viviendas. Para que un proyecto de infraestructura vegetal sea eficiente y tenga los resultados esperados, es necesario contar con la ayuda de profesionales especializados. Se trata de equipos multidisciplinarios, donde se establecen alianzas para trabajar con los más expertos para seleccionar los sistemas y materiales más adecuados, entregando resultados óptimos. Un proyecto de cubierta vegetal involucra una serie de factores: su emplazamiento geográfico (norte, centro, sur, costa, etc), que demandará contemplar diferentes tipos de plantas y por lo tanto diversas respuestas en paisajismo; la solución de impermeabilización -tema fundamental ya que debemos considerar una barrera anti raíz si es que la impermeabilización no la contempla-; el riego y cómo hacerlo más sustentable, para lo cual existen productos y tecnologías que ayudan a que un sistema de infraestructura vegetal sea óptimo. Muros vegetales Los muros vegetales son mucho más nuevos en relación a las cubiertas; su desarrollo está en proceso. Son más vistos, pero el rol que cumplen es diferente, ya que, por ejemplo, no ayudan a controlar la escorrentía de aguas lluvias. Se han creado muchos sistemas y se está observando el comportamiento de éstos, pues son una práctica reciente, que requiere de mayor riego y mantención . En Chile, especialmente en la zona central, se han desarrollado con éxito los “parrones verticales”, que no van adosados 100% al muro y que generan una pantalla que realiza un filtro solar al interior de viviendas y edificios, sobre todo en aquellos de orientación poniente, donde la presencia de este elemento es un gran filtro solar y controlador de la temperatura. Factibilidad local Estamos preparados para comenzar a innovar con este tema, lo clave es crear conciencia y que las inmobiliarias, mandantes y /o usuarios, se interesen por los beneficios que otorgan estos sistemas, tanto al edificio en sí como a la ciudad. Se puede comenzar por recuperar con áreas verdes los espacios de cubiertas que quedan como residuales, ya que con ello se beneficia el proyecto y también el medioambiente. Las tecnologías existen, pero casi todas son extranjeras, por lo que hay que adecuarlas y desarrollarlas acá. Debemos ser muy rigurosos para crear sistemas de cubiertas vegetales realmente efectivos. La idea es contemplar todo como “un sistema total” que incluya sus distintos componentes y empezar a estudiar cuál utilizaremos según cada caso.