Nicole Gardilcic, arquitecta “Arquitectura con belleza, pero que no dure, no es eficiente”

Nicole Gardilcic Venandy, es arquitecto y Magíster en Administración de la Construcción de la PUC. Cofundó Gardilcic y Arquitectos Asociados, empresa que ha participado en diversos proyectos. Entre sus obras más reconocidas están el Hotel Minero de El Peñón, en Antofagasta, y las Cabañas Morerava, en Isla de Pascua.

El objetivo laboral de Nicole es lograr una arquitectura eficiente. A su juicio, como profesional de este rubro es importante dejar de lado ciertos caprichos y explotar el mejor aprovechamiento de materiales, localización, luz y recursos. “Hoy, que está tan de moda la arquitectura sustentable, hay que tener cuidado con asociar este concepto a grandes inversiones. Se puede hacer arquitectura sustentable aprovechando los recursos existentes y sin incrementar los costos”. Además, la profesional agrega que si bien es importante el tema del medioambiente, también hay que preocuparse de la sustentabilidad de los proyectos en sí. “Un arquitecto puede hacer cosas muy lindas, pero si un material no resiste un clima particular, por ejemplo, esa obra tendrá poca vida útil o requerirá mucha mantención”. Preocupada por estos aspectos, su currículum incluye proyectos pioneros, que destacan no solo por ser novedosos, sino que también muy eficientes. Uno de ellos es el Hotel Minero de El Peñón, donde se trabajó en base a containers en un lugar desértico bajo condiciones muy extremas. “Fue muy desafiante. Hicimos un reordenamiento integral en base a módulos, armando segmentos de habitaciones y baños por sectores. Logramos crear una mayor cercanía con los servicios y reducir la superficie total. Además, al techarlo con una tela de PVC con una separación, obtuvimos circulación del aire para enfriamiento en el día, lo que evita el uso de ventilación mecánica, además de brindar protección del frío de la noche”. En las cabañas Morerava, en Isla de Pascua, se trabajó con madera en un proceso de modulación y prefabricación. También destaca un proyecto turístico en Isla de Pascua, en el cual buscaba desarrollar un diseño ad hoc a este lugar, que fuese único e irreproducible. “Trabajamos con madera en un proceso de modulación y prefabricación. El reto fue llevar todo desde Chile a la isla”. Esta última iniciativa logró una serie de reconocimientos en 2013, entre los que destacan dos galardones otorgados por el sitio web especializado “Architizer”, que consistió en el Premio del Jurado por categoría “Turismo y Hotelería” y el Premio del Público por “Sustentabilidad”. Estética y eficiencia Sus aptitudes siempre estuvieron orientadas hacia el lado artístico y desde pequeña le interesó la arquitectura. “Me gustaba el diseño, el color y la utilización de los espacios”, recuerda. Próximamente comenzará un nuevo rumbo en solitario, a la cabeza de Gardilcic y Arquitectos Asociados (AATA Arquitectos). En los últimos años, sus obras se han concentrado en dos grandes áreas: retail y proyectos inmobiliarios, especialmente edificios de viviendas y habilitación de oficinas. "Realmente no voy a hacer un gran un cambio; seguiré básicamente con lo mismo, pero más ligada a grandes proyectos con firmas inmobiliarias”, explica. Esta arquitecta sostiene que, a veces, puede elegir sus proyectos, pero en otras ocasiones no tiene esa opción porque la “llaman” para asumir una iniciativa en particular. “Sí trato, en todo caso, de enfocarme en los nichos en los que tengo más experiencia", aclara. En el Hotel Minero de El Peñón se trabajó en base a containers en un lugar desértico bajo condiciones muy extremas. Respecto al tema de lo estético versus lo práctico, esta profesional señala que existe indudablemente una estrecha relación entre ambos aspectos. Afirma que si se hace una obra eficiente, generalmente tiene una estética que perdura en el tiempo proyectado. “Si es solo estético, pero no se incluyen una serie de elementos de diseño y materialidad esa obra terminará deteriorándose sin cumplir la función para la cual fue diseñada. Arquitectura con belleza, pero que no dure, no es una arquitetura eficiente”, enfatiza. Colaboración mutua Definir los gustos de los chilenos entre “buenos” y malos” sería injusto, ya que es un tema muy personal, complejo y delicado para esta arquitecta. Más bien su opinión va por el lado de que la gente no está muy dispuesta a pagar el buen diseño, a diferencia de otros países. Según confiesa, a lo largo de estos años ha tenido la suerte de trabajar con clientes innovadores que le han permitido innovar. “El solo hecho de aceptar una propuesta de trabajo del arquitecto transforma a un mandante en alguien que se atreve a hacer algo distinto”, explica. “El hacerse el tiempo para reunirse constantemente y el hecho de involucrarse fuertemente también es destacable, porque no todos lo hacen”. Añade que “generalmente, el mandante lo que quiere para un negocio es rentabilidad, mientras que para su proyecto personal necesita obtener ahorro. Por lo general, las personas que llegan hasta acá tienen muy claro lo que quieren. Y uno tiene que saber interpretarlo y trabajarlo, proponiendo dentro de lo que el cliente demanda”. Obviamente, señala, resulta vital para el éxito de su trabajo la participación activa del mandante en la concepción y, más importante aún, la participación de todas las especialidades en forma coordinada. “Contar con su visión es absolutamente relevante; es una retroalimentación muy valiosa que evita muchos errores futuros y acelera y mejora el proceso de diseño”. Por otra parte, cree que es difícil tratar de definir un sello propio, sin embargo, postula que existe. “Se nota en la sutileza de los detalles en cada obra….más que una diseñadora, me considero una desarrolladora de proyectos”, concluye.