ERecientemente, en las dependencias de La Moneda, la Presidenta Michelle Bachelet presentó la agenda energética de su gobierno frente a las principales figuras del sector. La Asociación Chilena de Energías Renovables, ACERA, también fue invitada a la actividad y tanto su Presidente, Alfredo Solar, como su Director Ejecutivo, Carlos Finat, escucharon atentamente los anuncios en torno a las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) que entregó la Presidenta. La agenda presentada por el actual gobierno es un documento elaborado de forma colaborativa por todos los actores del sector, donde la inserción de las ERNC constituyen un objetivo clave en la nueva política energética.

La reestructuración a las bases de licitación de suministros para las distribuidoras ha sido uno de los temas primordiales para ACERA en el último tiempo. El anuncio del Gobierno, afirmando que se realizarán los cambios necesarios para que las bases permitan la entrada de las ERNC al mercado, y de esta manera abrir la competencia, entregó una sólida respuesta al sector ERNC que -a través de ACERA- lleva tiempo luchando por este objetivo.

Alfredo Solar, Presidente de ACERA, señaló al respecto que “estamos muy conformes con el acercamiento que el nuevo gobierno ha tenido con las energías renovables. Ellos hicieron un muy buen diagnóstico de la situación actual de la industria y considero que se están tomando también las medidas correctas para seguir avanzando. En esta misma línea, agradecemos el decidido apoyo que el Ministerio de Energía y la Presidenta Michelle Bachelet han entregado a las ERNC”.

La agenda se sustenta en siete ejes, donde el tercero está enfocado en el “Desarrollo de recursos energéticos propios”, que busca principalmente potenciar las Energías Renovables No Convencionales, un salto muy relevante para las tecnologías limpias.

Al respecto, la agenda señala que “las ERNC representan una oportunidad para promover el acceso a una energía limpia y eficiente en las zonas extremas y aisladas (…) Es necesario fomentar el desarrollo de los recursos energéticos propios en estas zonas, mediante el uso de fuentes de energías renovables e introducción de mejores tecnologías reduciendo su dependencia al combustible diésel”.

“Con mucha satisfacción hemos conocido la agenda energética que hoy fue publicada por la Presidenta Bachelet. Es un documento que aborda todos los aspectos que componen al complejo sector de la energía y que compromete acciones concretas y metas con plazos y resultados medibles para resolver los problemas que actualmente afectan a este sector, que es tan importante para el desarrollo del país. La Agenda presentada hoy reconoce el importante aporte que las ERNC pueden hacer al país en los próximos años y compromete acciones para eliminar las barreras que actualmente limitan o impiden que ello ocurra”, agregó Carlos Finat, Director Ejecutivo de ACERA.

La fuerte presencia de las ERNC en la Agenda de Energía es un espaldarazo para las ERNC y responde también a que éstas han sido capaces de demostrar que son una fuente competitiva y segura para aportar con energía a la matriz eléctrica del país. Además, es señal del fuerte trabajo por parte de la industria ERNC para transmitir a las autoridades de forma clara, realista y confiable cuáles son las necesidades y las capacidades de la industria renovable.

Por otra parte, las empresas proveedoras poseen un promedio de antigüedad de 17 años, cifra mayor a los 15 años de antigüedad consignados en 2010. A pesar de este aumento, el sector es relativamente joven si se le compara con otros sectores de la economía nacional.

Cabe señalar que el 23% de los proveedores posee su casa matriz en las “regiones mineras”, siendo la Región Metropolitana la zona que concentra la mayor proporción de empresas.

En otros estudios se ha destacado que el elevado costo del suelo, la escasez de mano de obra calificada y la dificultad para acceder a redes de servicios y suministros constituyen barreras que dificultan la instalación de un mayor número de proveedores en las regiones mineras. Este panorama representa un desafío para la política pública, pues además de promover la instalación de empresas proveedoras en las regiones mineras del país, se debe incentivar el desarrollo de capacidades locales.