Una tecnología que permite la detección temprana de deformaciones estructurales que pueden afectar la seguridad y la correcta operación de las labores de producción en industrias que contengan obras civiles, como por ejemplo minería y energía, es lo que propone la empresa Micomo de Fundación Chile.

El sistema denominado BOTDR, creado en Chile, logra medir parámetros de deformación y temperatura gracias a la instalación de una fibra óptica adherida a una estructura determinada. En Chile existen alrededor de 180 relaves, los cuales en su mayoría se encuentran en zonas contiguas a comunidades. En este escenario, la tecnología propuesta por Micomo permite detectar con antelación las tendencias de colapso de una estructura, tranques de relaves, caminos o taludes, lo cual entrega la posibilidad de alertar tempranamente a las comunidades. Además, el sistema logra detectar filtraciones de una infraestructura, dado que habilita monitorear los cambios de temperatura. El Gerente General de Micomo, Alejandro Tocigl, explica que “este sistema provee información en línea y de forma continua para poder prevenir colapsos inesperados y hacer más eficientes las mantenciones de estructuras. Esto lo podemos aplicar tanto en obras públicas como en cualquier industria que contenga obras civiles”.

Actualmente, la empresa se encuentra trabajando con la central Hidroeléctrica La Higuera, ubicada en la Región de O’Higgins, donde se instalaron más de tres mil metros de fibra óptica en el interior de un túnel bajo presión de agua.

Asimismo, el proceso entrega un monitoreo continuo bajo condiciones extremas, por tanto, permite a las compañías tomar acciones preventivas ante cualquier accidente, disminuyendo los riesgos de colapsos o fallas. De este modo, Micomo consigue reducir notablemente los costos, puesto que un derrumbe dentro de una instalación minera o energética puede generar pérdidas por sobre los US$1 millón al día. Hoy Micomo está prospectando la internacionalización de esta tecnología en Suecia, donde debido al reinicio de las operaciones de minas subterráneas, se necesita monitorear deformaciones estructurales que puedan afectar a poblados aledaños y al ferrocarril. Con el uso de este sistema se podría haber monitoreado, por ejemplo, el hundimiento que se produjo en tierra amarilla, ubicada en la Región de Atacama, y, a su vez, ser capaz de saber con antelación el accidente ocurrido en el año 2010 en la mina San José.