¿Considera que resulta urgente agilizar las inversiones del sector?
Creo que la minería en general tiene un marco institucional y legislativo bastante consolidado y que ofrece todas las condiciones y garantías para invertir. Desde ese punto de vista, pienso que la discusión ha estado más bien en la aprobación ambiental de los proyectos y en su vínculo con las comunidades. En mi opinión, la minería es la industria que ha estado haciendo más aprendizajes y avances en ese terreno, pues ha estado asimilando con mayor rapidez que otros sectores los cambios culturales que el país tiene y se ha ido ajustando a estos estándares ambientales, incluso elevando algunos.

Lo que sí ha tenido más retraso y necesidad de cambio está en la relación con las comunidades. En un comienzo el sector minero siempre promovió proyectos sin construcción de vínculos con sus entornos, lo que después cedió espacio a una relación más bien asistencialista, consistente en vincularse con las comunidades entregando bienes. Sin embargo, con el paso del tiempo esta industria ha estado evolucionando hacia una relación más estratégica con las comunidades, con un diálogo basado en cómo agregar valor y contribuir al desarrollo. En la medida que eso se implemente, creo que van a estar dando saltos cualitativos respecto de lo que tenían previamente.

¿Cómo mejorar la competitividad de la minería?
Yo creo que Chile sigue teniendo una alta competitividad en el sector minero, sin embargo la falta de una matriz energética competitiva y la escasez de recursos hídricos y capital humano especializado son factores que hoy o nos perjudican o nos pueden perjudicar a futuro.

¿Cómo potenciar nuestra matriz energética?
Yo creo que hoy día tenemos costos de energía muy superiores a los de otros países; la estimación es que estamos con costos de energía que duplican, por ejemplo, los de Perú. Estimo que en esa materia la Agenda Energética que ha promovido el Ministro Pacheco puede ir resolviendo y abordando este tema, partiendo de un dato de realidad: no tenemos petróleo ni gas natural, las energías conocidas como las tradicionales; más bien somos importadores de esas materias primas, que van a subir en los próximos años. Además, tenemos potenciales hidroeléctricos, pero también relativamente acotados. Por eso, creo que como país debiéramos construir alianzas con aquellos que están avanzando más en Energías Renovables No Convencionales (ERNC), que a mi juicio son las energías del futuro. Por ejemplo, somos uno de los países más irradiados del planeta y debiéramos estar de la mano de ese potencial. También hay capacidades eólicas y mareomotrices que debiéramos aprovechar, junto con la geotermia, que podría ser más competitiva en el corto plazo.Esto que hasta hace un tiempo parecían ensueños ecologistas, pero caros, hoy se están volviendo cada vez más viables. Y nosotros tenemos la necesidad estratégica de volverlos viables.

Foto: Gentileza CODELCO.

¿De qué manera se puede enfrentar la escasez de recursos hídricos?
En materia de aguas estamos frente a un problema de mayor exposición al cambio climático y en zonas bastante extensas. Ya no solo existe sequía, sino que un fenómeno en que el desierto se amplía, que es lo que ocurre en la Región de Coquimbo, zona que yo represento. Creo que la apreciación de la mirada es distinta y que la minería va a necesitar desalinizar agua para sus proyectos, o concebirlos con agua salada, lo que en algunos procesos se está incorporando. En el tema de la desalinización, incluso hay tecnologías que están pensándose para reducir los costos, porque esta no solo es una necesidad de Chile sino que también de muchas otras zonas altamente pobladas, como Africa y China, donde se necesita de nuevas tecnologías que permitan de-salinizar agua a precios más competitivos. Creo que es necesario tomar este camino, construyendo alianzas entre las empresas y aquellas universidades e institutos que están desarrollando ese tipo de investigaciones aplicadas.

¿Cuál es la actual realidad del país en materia de capital humano? Creo que hay bastante conciencia en este tema y que lo que ha faltado más bien es un soporte institucional que permita ir cubriendo las necesidades de formación de capital humano. Estamos hablando de 50 mil personas en los próximos años, pero hoy no tenemos todavía, a nivel de universidades e institutos profesionales, la capacidad para formarlo.

¿Cómo el Parlamento puede generar políticas que den certeza jurídica a los proyectos mineros y energéticos?
Chile ofrece certeza jurídica. No obstante, hay normas que tenemos que perfeccionar, sobre todo en terrenos de evaluación medioambiental. Además, creo que es necesario establecer> ciertos parámetros básicos de regulación para la participación comunitaria.

En rigor, la judicialización de muchos proyectos es una salida institucional a déficits de participación, de diálogoy resolución política, que no son estrictamente normativos. No digo queno tengamos que hacer reformas; mi apreciación es que estas tienen que ir recogiendo más la realidad y cómo regular mejor la relación entre las empresas y las comunidades, tanto en materias ambientales, como de su relación en los territorios donde están emplazadas.

¿Qué proyectos son más urgentes en minería y energía?
En minería, considero que estamos con un desafío enorme en Codelco, porque para el país e incluso para todo el sector, incluido el privado, es esencial que tengamos un Codelco fuerte y eso requiere tener la capacidad para financiar proyectos estructurales. Creo que vamos a tener que abordar unalegislación que permita una capitalización de Codelco en un nivel muysuperior del que hemos tenido hasta ahora. Mientras las empresas privadas en general invierten sobre el 50% de sus utilidades, en el caso de Codelco eso no llega al 8%, porque todo lo demás va al financiamiento de las políticas sociales, en circunstancias que se requiere tener capacidad de efectuar inversiones estratégicas. En el ámbito energético, en tanto, estimo que es importante destrabar las inversiones, lo que significa aumentar la competencia, la transparencia del mercado y modificar aquellos incentivos que hoy permiten que las empresas aumenten sus utilidades sin invertir. Creo que ahí hay un efecto incomprensible y finalmente muy dañino, que está deteriorando el mercado energético. Es evidente, asimismo, que mientras se mantuvo la incertidumbre sobreHidroAysén, ello paralizó muchas otras decisiones de inversión en materia energética. Pienso que hoy la agenda energética del Gobierno está contemplando aumentar la competencia y crear un marco que potencie las inversiones en esta área.