La Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del Ministerio de Obras Públicas es el organismo que realiza la evaluación técnica de los proyectos de evacuación de aguas lluvias, que presentan entidades públicas y privadas a lo largo del país, autorizando su ejecución en caso de cumplir con los requisitos exigidos.
En lo que respecta a la mantención de las redes de evacuación de aguas lluvias, esta responsabilidad recae en el MOP a través de la DOH, respecto de las redes primarias y en los SERVIU respecto de las redes secundarias.
Escenario actual
En nuestro país, donde el clima es diverso, muchas ciudades han crecido de manera significativa, lo que se refleja en nuevos barrios, más habitantes y mayor pavimentación, que limita la capacidad del suelo de absorción de agua. La expansión incontrolada de la ciudad aumenta la impermeabilidad del suelo, generando grandes incrementos en los caudales de aguas lluvia que escurren por las calles.
Más allá de la situación acontecida en el norte del país, donde se concentró en poco tiempo una gran cantidad de agua caída, causando lamentables desastres e incluso muertes, en general no es infrecuente que en períodos de lluvia algunos sectores urbanos del país colapsen por no estar lo suficientemente preparados para la lluvia.
Sin ir más lejos, en la Región Metropolitana y otras ciudades del país se producen en invierno diversos anegamientos, muchos de los cuales, en opinión de expertos, podrían evitarse.
Cabe recordar que bajo el gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle, en 1997, se dictó la ley 19.525 que regula los sistemas de evacuación y drenaje de aguas lluvia y que establece que el Estado velará porque en las ciudades y en los centros poblados existan sistemas de evacuación y drenaje de aguas lluvias que permitan su fácil escurrimiento y disposición e impidan el daño que ellas puedan causar a las personas, a las viviendas y, en general, a la infraestructura urbana.
A la fecha, sin embargo, los problemas derivados de inundaciones derivadas de las aguas lluvia no son escasos, sino que por el contrario, se producen recurrentemente, causando diversos problemas en la comunidad y en la infraestructura.
¿Qué hacer?
En este contexto, es fundamental materializar acciones tendientes a programar y diseñar el cauce y canalización de las aguas lluvias y fluviales y a prevenir sus eventuales desbordes en concordancia con las características naturales, las disposiciones legales y los requerimientos del desarrollo urbano y rural de cada comuna.
Es importante ejecutar obras que eviten desbordes de aguas, tales como canales y alcantarillados. Estos últimos pueden ser redes enterradas, o bien tramos de canales abiertos.
Cabe señalar que en el diseño y construcción de este tipo de soluciones hay que tener presente la topografía del lugar, así como el nivel de precipitaciones existente. En opinión de algunos especialistas, si bien ha habido avances en este tema, hace falta construir más infraestructura en este ámbito. Plantean, por ejemplo, que se observa un déficit de colectores de aguas lluvias, los que a su vez deben tener un adecuado mantenimiento a lo largo del tiempo, para su buen funcionamiento. Algunos sostienen que incluso hay zonas en que no existen redes.
Cabe señalar, como comenta Bonifacio Fernández, Director del Laboratorio de Ingeniería Hidráulica de DICTUC, que recientemente la DOH ha elaborado y puesto a disposición de los interesados un “Manual de Drenaje Urbano”, en el cual se exponen las políticas, objetivos y aspectos legales y normativos que se aplican en Chile para las soluciones y proyectos de aguas lluvia. Además se incluyen antecedentes hidrológicos para el diseño y se proponen obras y soluciones para las redes domiciliarias, secundarias, primarias y naturales, así como normas para la construcción, mantención y operación de estas redes.
El experto de DICTUC sostiene que “hoy en día las soluciones a los problemas de aguas lluvia se basan en que las nuevas urbanizaciones y proyectos no generen más excedentes de lluvia que las que se generan en condiciones naturales. Para ello se propone un volumen de captura, propio para cada ciudad de acuerdo a sus condiciones y las características de las precipitaciones, del cual debe hacerse cargo la urbanización a nivel de la red domiciliaria o secundaria, quedando para la red primaria la evacuación de aguas lluvia que corresponden a un comportamiento hidrológico natural, o previo a la urbanización”. Agrega que esto asegura la sustentabilidad el sistema a medida que las ciudades crecen y se desarrollan, aspectos que están planteados en el Manual de Drenaje Urbano mencionado.
