Valor agregado en sus proyectos con Ladrillos Quiebravista de Cerámica Santiago
Diego Arroyo.
La oficina Lira Arquitectos y Asociados integra regularmente el ladrillo Quiebravista a sus proyectos habitacionales. Lo que empezó como una solución para el cierre de logias, rápidamente ganó terreno en espacios comunes y pasó a ser parte del sello de trabajo de la oficina profesional. Para conocer de primera fuente la experiencia con el producto, conversamos con el arquitecto, Diego Arroyo.
En un rubro como la construcción, contar con materiales y equipamiento de calidad y resistencia es fundamental. “Lo que partió como una solución para cerrar las logias, que necesariamente y por normativa deben quedar abiertas y ventiladas, entregó muchas otras posibilidades; el ladrillo tiene muy buena durabilidad, al igual que un buen comportamiento frente a la oxidación, es fácil de limpiar; en edificios con terminación de enchape de ladrillo permite tener superficies permeables manteniendo la misma materialidad y en nuestra experiencia la postventa con respecto a este material ha sido positiva”, señala Diego Arroyo.
El profesional explica que “se llama Quiebravista porque es un ladrillo que permite la entrada de la luz y el aire, al tiempo que mantiene un grado de opacidad que garantiza la privacidad”. A juicio de Arroyo la mayor virtud del producto es su capacidad de cambiarle el aspecto a una materialidad tan tradicional como el ladrillo.
“Deja de ser algo completamente opaco y permite aplicaciones más versátiles, amplía su capacidad de ofrecer soluciones, pero sigue siendo un ladrillo”, agrega.
Edificio Eyzaguirre, Providencia.
Fotografía de Tomás Rodríguez.
Una solución con muchas potencialidades
Al utilizar ladrillos Quiebravista como materia prima, el usuario opta por un producto con innumerables ventajas técnicas y de costo/beneficio.
Es un material que no se degrada con el tiempo, tiene buen comportamiento sísmico, otorga un aspecto cálido a muros de albañilería, tiene baja absorción de humedad y escasos costos de mantención. “A nosotros nos gusta mucho este producto, cada vez tratamos de sacarle más provecho, lo hemos trabajado pintándole algunas caras, no dejando totalmente expuesto el color de la arcilla y hemos obtenido una luz filtrada, como un velo, que puede tener excelentes usos en fachadas expuestas a exposición al sol de forma horizontal, si se pretende controlar la cantidad de rayos que inciden en una fachada”, afirma Arroyo.
El arquitecto agrega que su uso más frecuente en los diseños de Lira Arquitectos es en las logias de departamentos.
Arroyo comenta que “el ladrillo Quiebravista permite dar orden a las fachadas al permitir cubrir el vano por completo, dejando el cierro de las logias completamente resuelto, y de esta manera evitar que las fachadas puedan desordenarse cuando se cierran con ventanas de diseños y perfilerías distintas” y que precisamente para mantener cierta homogeneidad estética es que se opta por utilizar los ladrillos Quiebravista.
Edificio Soria, Las Condes. Fotografía de Pedro Mutis.
“Este elemento tiene una transparencia tal que cumple con la normativa de ser lo suficientemente traslúcido como para que el espacio se siga considerando abierto”, acota.
También resalta que es “la sombra en el espesor del ladrillo la que al permitir el trasluz, le quiebra la vista al observador, cuidando la privacidad de los espacios”. Otro de los beneficios del producto es que permite utilizar una menor cantidad de materiales diferentes en una fachada de edificio, puede mantener todo más simple sin dejar de lado valores agregados como la durabilidad”, asegura Arroyo.
El arquitecto agrega que su uso más frecuente en los diseños de Lira Arquitectos es en las logias de departamentos. Arroyo comenta que “el ladrillo Quiebravista permite dar orden a las fachadas al permitir cubrir el vano por completo, dejando el cierro de las logias completamente resuelto, y de esta manera evitar que las fachadas puedan desordenarse cuando se cierran con ventanas de diseños y perfilerías distintas” y que precisamente para mantener cierta homogeneidad estética es que se opta por utilizar los ladrillos Quiebravista. “Este elemento tiene una transparencia tal que cumple con la normativa de ser lo suficientemente traslúcido como para que el espacio se siga considerando abierto”, acota.
Edificio San Patricio, Vitacura.
Fotografía de Tomás Rodríguez.
También resalta que es “la sombra en el espesor del ladrillo la que al permitir el trasluz, le quiebra la vista al observador, cuidando la privacidad de los espacios”. Otro de los beneficios del producto es que permite utilizar una menor cantidad de materiales diferentes en una fachada de edificio, puede mantener todo más simple sin dejar de lado valores agregados como la durabilidad”, asegura Arroyo.
Una relación confiable
En el ámbito comercial, otro de los aspectos que resalta el arquitecto es la cercana relación que estableció su oficina de arquitectos con Cerámica Santiago. “Estamos en constante contacto, hemos tenido una relación sostenida en el tiempo con ellos, son buenos proveedores y siempre están atentos al desarrollo de sus productos en conjunto con los arquitectos”, afirma.
Por último, otro de los aspectos que Diego Arroyo considera como importante de rescatar es que nunca han tenido un problema de postventa con este material. “No hemos sabido de ningún caso en que se haya deprendido, dañado o tenido que reemplazar, lo que explica el cariño que hoy tenemos por el material y el hecho de que llevemos más de 10 años trabajando consistentemente con ladrillos Quiebravista”.
