Gabriel Muñoz, Gerente General de Form Scaff.

¿Qué los motivó a idear sus acuerdos de precio fijo?
Tradicionalmente, los arriendos de equipos en el sector son por tiempos acotados, donde se paga un precio por una determinada cantidad de equipos y tiempo de uso, sin embargo a las empresas constructoras no les gusta mucho esta modalidad, ya que generalmente los presupuestos parten en un monto y tienden a superar esas estimaciones. Lo anterior gatilló de parte de ellos la idea de generar alguna forma de fijar un precio para acotar este tema.

¿Cuál es su sistema de precio fijo?
Nuestra empresa ha desarrollado un sistema en virtud del cual cerramos proyectos a plazo fijo. En base a completa información, partidas bien definidas, de plazos razonables y específicos, con una gran cantidad de variables tales como número de equipos, plazos de arriendo, peso de los moldajes o andamios y su valor, se establece un presupuesto más acotado antes de iniciar el proyecto. Para nosotros es habitual llevar a la práctica este sistema en edificación, que es nuestro mercado. Sin embargo, para quienes no lo hacen regularmente puede presentar muchas desviaciones y eso ya deja de ser un ganar-ganar.

¿Qué beneficios reporta este sistema?
Básicamente, se separan los temas logísticos de los temas administrativos y costos. Un cuadro de pagos conocido simplifica los procesos de fin del mes para emitir estados de pago o aprobación de facturación. Esto es claramente es una situación ventajosa porque en obra el trámite es simple y directo, y para el proveedor es más rapido y sencillo poder ingresar su documento para pago.

¿Cómo abordan el tema de las pérdidas al final de una obra?
Este es un problema endémico y transversal en las empresas del sector, que debemos enfrentar pérdidas cuando terminan las obras con nuestros clientes y estos devuelven los equipos. A nivel general, estas pérdidas son en ocasiones muy cuantiosas y no están consideradas en los presupuestos iniciales de los proveedores del sector. En este contexto, Form Scaff Chile ha generado un sistema, denominado seguro de pérdidas, a través del cual al comenzar un proyecto con el cliente, fijamos un monto estimado de pérdidas, que se paga junto con las mensualidades. Si la pérdida real al final del proyecto está en dicho rango se considera cubierta, y si excede esta estimación existe un compromiso previamente explicitado con el cliente de un importante descuento. También se contempla la devolución real si la pérdida está bajo el rango.

Hemos logrado buenos resultados con esta iniciativa, que se ha transformado en un elemento diferenciador en el mercado.

¿Es replicable en otras empresas?
Acotar pérdidas y ofrecer un acuerdo que las absorba es mucho más complejo de replicar. Esto se debe a que varios actores del sector usan equipos, fundamentalmente vigas de madera, que hacen muy incierto sus daños, cortes, astillamiento, quema y otros problemas que puedan ocurrir en obra. También puntales muy débiles, que necesitan mayor número de ellos en obra. Al aumentar los componentes aumenta la probabilidad de pérdidas al final de la obra. Nosotros presentamos equipos robustos que ha demostrado durar la obra completa y al ser pocos componentes, las pérdidas han sido muy menores.