Manuel Novoa.
Biourban nace como sociedad, agrupando oficina de arquitectura y constructora, en el año 2010 luego del terremoto del 27F.
“El nombre viene de una investigación de tesis de doctorado para la Universidad Politécnica de Cataluña, denominada Biourbanismo, o modelos urbanos bioclimáticos. Esta publicación toma como caso final el proyecto más importante que tenemos como oficina, que son 22 edificios bioclimáticos en Talca”, destaca Manuel Novoa, arquitecto y socio de Biourban.
En 2010 comenzaron a realizar proyectos para el MINVU. Tras el terremoto, “se demolieron 160 departamentos y había que proyectar 220 departamentos en el mismo terreno. Son 13.800 m² construidos. Denominado conjunto Habitacional Monseñor Manuel Larraín, se terminó de construir recién en marzo de 2015”, señala Novoa.
También en el área pública la oficina acreditó un modelo de vivienda de 57 m², de dos pisos, en paneles SIP. Es una vivienda tipo que se puede optar para los subsidios estatales, con una innovadora arquitectura y cualidades de eficiencia energética. “En 2012 construimos varias viviendas en la localidad de Rancagua y en 2014 comenzamos a construir en la zona del incendio de Valparaíso”, indica el arquitecto.
Es importante incorporar tecnología bioclimática para la eficiencia energética y autosustentabilidad de los proyectos.
En el ámbito privado, Biourban proyecta y construye viviendas bajo distintas materialidades, como acero, madera, hormigón celular y hormigón armado. “Siempre intentando innovar en la arquitectura sustentable desde lo pasivo, es decir, en la orientación de los espacios respecto al recorrido del sol, aislación térmica, ventilación, entre otras variables y, en lo activo, incorporando sistemas de climatización y calefacción con sistemas solares y eólicos”, comenta Manuel Novoa.
Arquitectura sustentable
Para el profesional, su foco es la arquitectura sustentable. “Sobre todo incorporando tecnología bioclimática para la eficiencia energética y autosustentabilidad de los proyectos. En este campo se ha avanzado poco, aún se aprecia en la mayoría de los edificios modernos del país revestimientos en base a muros cortinas acristalados, los que acumulan excesiva radiación, siendo poco sustentables, pues requieren apoyo de grandes equipos de climatización que consumen mucha energía”, destaca.
Biourban proyecta la eficiencia energética en la arquitectura bioclimática, en la ingeniería de especialidades, estructural y de detalles, y luego en la construcción. Es una secuencia lógica que busca el mejor resultado y que tiene a la sustentabilidad como eje central.
“Desde el anteproyecto de arquitectura, incorporamos las estrategias de clima donde se emplaza el proyecto, aplicamos orientaciones solares con software y estrategias de iluminación, entre otros aspectos, y luego aplicamos ingeniería para ver cómo desarrollar estas ideas. Luego, finalizamos construyendo la obra que incorpora estas estrategias de manera concreta”, detalla Novoa.
En el conjunto habitacional de Talca, la ubicación de los 22 bloques de edificios fue una propuesta radical, bioclimática, pues se orientaron todos ellos al recorrido del sol, en un polígono que estaba 45° hacia el norte. “Fuimos contra el sistema habitual de ubicar los edificios paralelos a las calles, y buscamos la manera de que todos los recintos habitables de los 220 departamentos tuvieran horas de sol directo en todas las estaciones”, complementa.
Los edificios cuentan con cubiertas habitables, ventilaciones naturales en todos los recintos y aislación térmica continua. Además, tienen paneles solares para agua caliente.
En viviendas particulares, en tanto, también combinaron los temas constructivos, de materiales aislantes térmicos, maderas recicladas, cubiertas verdes, con diseño arquitectónico bioclimático, como la orientación de los recintos, el cálculo del ángulo solar de las terrazas y aleros, entre otros factores”, subraya Manuel Novoa.
Desde el anteproyecto de arquitectura, se incorpora estrategias de clima donde se emplaza el proyecto.
Viviendas sociales
La firma se ha dedicado en los últimos años a las viviendas sociales.
“Las hemos construido con radieres de hormigón armado, y la estructura envolvente con paneles SIP, que son relativamente económicos y tienen excelente inercia térmica, para una mejor eficiencia energética. Los edificios de Talca son construidos en hormigón armado, y en su interior cuentan con aislación térmica continua de poliestireno expandido en muros y cubiertas, superando la norma térmica exigida en el sector”, plantea Manuel Novoa.
Otro de los proyectos íconos de esta oficina de arquitectura son las viviendas sociales que se construyen en Valparaíso. En la ciudad puerto “hemos construido cerca de ocho viviendas sociales en los cerros afectados por el incendio, y tenemos 40 permisos de construcción más”, señala el arquitecto.
En viviendas particulares se combinan también los temas constructivos sustentables.
En lo técnico son viviendas innovadoras en su arquitectura, y con estrategias de sustentabilidad en su sistema constructivo. Las viviendas son de 2 pisos de 28 m² cada uno aproximadamente y se pueden emplazar en terrenos de muy diversas características, permitiendo flexibilidad en sus orientaciones para buscar el mejor emplazamiento solar.
“Para nosotros como oficina es una obra importante por las características de los terrenos, pero de una escala menor a lo desarrollado en Talca donde fueron 22 edificios sociales con estrategias bioclimáticas muy precisas. Estas obras están demostrando que se puede hacer un urbanismo bioclimático en Chile, con proyectos concretos que mejoren la vida de la población, y aporten a la sustentabilidad de la ciudad”, finaliza Manuel Novoa.
