Según comenta Magdalena Alessandri, decoradora de proyectos en Inmobiliaria Lo Campino, en esta temporada otoño-invierno los ambientes interiores y, específicamente, el dormitorio comienzan a cobrar más protagonismo en el hogar, porque es un espacio íntimo y cálido que invita al descanso y al relajo, sobre todo ahora que anochece más temprano. Por lo tanto, la atención se vuelca en este sector de la casa, el cual tiene mucho que decir en materia de diseño, tendencias y nuevas distribuciones.
Tonalidades claras
De acuerdo a Magdalena Alessandri, “los tonos claros, beige, marfil o arena siguen predominando como base, para crear un refugio que transmita serenidad y relajación. En materia de cortinas, la tendencia es lucir una tela traslúcida para el día y tonos claros, con black out para la noche”.
Estos tonos van en combinación con lámparas, cojines y pieceras. También se puede sumar papeles murales o revestimientos en la pared principal, espejos y poltronas que le dan carácter al dormitorio.
“Asimismo, en decoración, una tendencia es usar elementos vintages, como mesitas antiguas que pueden montarse como veladores, e incluso no necesariamente deben ser iguales a ambos lados. Se pueden sumar cómodas en tonos envejecidos, en contraste con la moderna distribución del espacio”, señala la decoradora.
En ese sentido, sorprenden cambios en las nuevas viviendas, ubicando al walk in closet como un espacio de acceso al baño principal en suite, a modo de pasillo amplio, para que la puerta del baño no dé directamente al dormitorio. Cuentan con iluminación propia, y generalmente, va organizado con un lado para él y ella, con divisiones cómodas que permitan tener la ropa y los zapatos en forma holgada y ordenada.
Otras de las características de los dormitorios son las dobles alturas en los techos y ventanales cada vez más grandes, con vanos que permiten el ingreso de la luz natural, como se puede ver en las nuevas viviendas modernas de Lo Campino en Casaterra.
Dormitorios secundarios
En dormitorios secundarios, la tendencia es lucirlos como salitas adaptadas a las distintas necesidades de las familias y edades de los niños, con el objeto de que sean un refugio cálido, para compartir con sus amigos cuando lo requieran o puedan ser usados como cuarto escritorio durante el día, agrega Magdalena Alessandri. Sobre todo, considerando que cada vez más personas trabajan desde la casa.
En definitiva, se trata de espacios en los que hay cabida para escritorios personalizados, murales temáticos, colores fuertes en paredes, cojines y pieceras, en contraste con paredes claras.
Además estos ambientes cuentan con un baño compartido, que otorga comodidad para quienes conviven en esta zona del hogar.