Sabemos que hay diferentes formas de entender la vida, contexto dentro el cual existen actualmente diversas propuestas en materia de bañeras y platos de ducha, las que combinan funcionalidad con estética, dando lugar a numerosos diseños.

En lo que atañe a la citada polémica, hay una forma de vida más práctica, calculadora y ejecutiva, y otra más calmada y reflexiva, que atiende a los detalles.

En la ducha uno se activa, se prepara para la rutina diaria, despejándose y llenándose de energía. Pero esa vitalidad requiere un espacio en el que nos movamos con libertad y por ello se requieren platos de ducha amplios y, por cierto, seguros. Esa misma amplitud es la que se exige que proporcione el shower door: que sea altamente diá- fano, y por tanto, con la menor proporción de metal posible en su aparataje. A esas necesidades responde Metalamérica con una amplia gama de receptáculos de grandes dimensiones fabricados en Chile. Se producen con metacrilato sanitario de 3 mm, lo que les confiere mayor resistencia a los golpes que los de cerámica y acero, así como un mayor poder antideslizante. Metalamérica complementa estos receptáculos con un shower door en vidrio templado de 8 mm, con herrajes de acero inoxidable.

Cada vez se piensa más en el cuarto de baño como un lugar de wellness y en este escenario la bañera es sinónimo de placer y calma, así como también un premio de tranquilidad ganado después de una agitada jornada o semana.

Por otra parte, sin duda la bañera es un objeto fundamental para las familias con niños, por su seguridad y comodidad. Para todos ellos Metalamérica cuenta con la gama más amplia del mercado. Esta compañía tiene disponible desde la tradicional bañera en acero, en todas sus medidas, hasta la más sofisticado y espacioso modelo de hidromasaje o Spa exterior.

A veces se acude al bajo consumo del agua para argumentar en favor del plato de ducha. Es cierto que el consumo en términos absolutos es menor, pero no así en términos relativos. Veamos los números. Por minuto se consume en la ducha 12 litros, por tanto en una ducha tranquila de 10 minutos consumimos 120 litros. En una bañera, donde el tiempo recomendado es de 20 a 30 minutos, el consumo es de 200 litros y, en consecuencia, por minuto de wellness, el consumo de agua es de unos 8 litros, claramente inferior a los 12 de la bañera. Y eso sin contar que esa agua en la medida que uno quiera podría darle algún uso adicional.

Seamos claros, lo que es realmente ecológico es no derrochar, no aprovechar los recursos y no hay más despilfarro que usar materiales para la producción de productos de baja calidad que al poco tiempo se tienen que cambiar. El comprador inteligente incorpora la durabilidad en el costo final porque sabe que muchas veces el precio elevado es barato. No dejamos de repetir, que enfrentarse al consumismo y apoyar la sostenibilidad se lleva a cabo haciendo nuestro el lema “buy it once buy it right”. Metalamérica lo intenta aplicar en sus más de 20 años de historia.