¿Cuándo surgen como oficina?
J. Barraza: La oficina se formó en 2015. Por mi parte venía de trabajar en una empresa consultora de iluminación, donde desarrollaba proyectos macro de todo tipo, tales como edificios corporativos, edificios boutique, retail, casas de alto estándar, paisajismo y espacios públicos; un espectro bastante amplio. Junto a mis socios Diego Alarcón, Cristóbal Lyon y Rodrigo Quiroga, formamos Light Studio3 y hoy contamos con un equipo multidisciplinario desde la arquitectura del diseño.

¿Consideran que hay un déficit de profesionales en iluminación?
D. Alarcón: Absolutamente. El déficit de iluminación en Chile parte por la educación; hoy no existe una carrera de iluminación, solo hay cursos o postgrados, algún ramo dentro de alguna carrera afín, pero ello no es suficiente para los requerimientos que hoy tiene el país. La iluminación es una especialidad que ha crecido mucho con las nuevas tecnologías y, en ese sentido, el tema se está profesionalizando. Observamos muchos arquitectos que montaron sus propias empresas, a lo que se suma el impacto de algunas bienales extranjeras, que introdujeron la iluminación como concepto y especialidad.

Intervención urbana en Casa FOA. El concepto del espacio fue cómo la luz se integra con la arquitectura.

¿Cuál es la tendencia de la iluminación en el país?
D. Alarcón: En términos de estructura de luz, en Chile aún estamos en pa- ñales, ya que está muy segmentada. La mayoría de las empresas que se dedican a esta especialidad, ven la luz como objeto; mientras que nosotros, en cambio, abordamos el concepto desde el lado más purista: en nuestros proyectos la asociamos a un todo, como integración y medio articulador en la arquitectura. Por ejemplo, en vez de colocar un alero con 20 focos empotrados dicroicos, perfectamente se puede colocar una línea de luz o solamente destacar las columnas para que la arquitectura hable por sí sola. Son formas de pensar distintas.

¿Han tenido alguna experiencia con la tecnología BIM?
D. Alarcón: Como oficina de iluminación estamos certificados BIM, lo que significa que desde hace un tiempo internalizamos esta metodología en nuestros proyectos. Con BIM se logra el control total de la obra, de la cuantificación de los productos y las alturas, ya que se trabaja con objetos reales. Esta plataforma ahorra mucho tiempo y evita errores. Si bien falta camino por recorrer, en lo que a la introducción de BIM se refiere, ya se están dando las primeras señales de su masificación desde las etapas más tempranas de los proyectos. Ejemplo de ello es lo que sucede en el retail, donde las grandes tiendas lo están exigiendo como un estándar, escenario que nos motivó a darle un refresh a la empresa y a especializarnos en BIM.

Los profesionales que conforman Light Studio3 abordan los proyectos desde la integración de la iluminación y la arquitectura, articulando un diálogo entre ambas.

¿En iluminación se aborda en Chile la tendencia de las fachadas dinámicas?
J. Barraza: Este concepto existe en el exterior, pero en Chile no. Es una tendencia que en el país no se trabaja mucho, como es la de revestir los edificios en torno a la radiación solar, a la carta solar, y orientar una fachada en base a una segunda piel como fachada dinámica, como pasa en el aeropuerto de Amsterdam o de París.

¿De qué manera ha evolucionado el uso del color en la iluminación?
J. Barraza: Se sigue mal concibiendo que pintar un edificio de color es sinónimo de burdel o de chabacano. Cuando se ejecuta un proyecto de fachada dinámica con manejo del color, si se especifica bien, si se es capaz de generar un diálogo coherente, se puede lograr una fachada dinámica en color que no parezca discoteque. En Rusia, por ejemplo, hasta los edificios residenciales tienen color en sus fachadas, siendo un buen caso de éxito de cómo se pueden hacer bien estas fachadas dinámicas, pero sin abusar del color.

¿Cómo fue su participación en Casa FOA?
D. Alarcón: Toda experiencia en donde podamos mostrar nuestro trabajo y conceptos es altamente satisfactoria y provechosa. En relación a Casa FOA, entramos como expositores en dos espacios: un primer patio interior en dos pisos, con apliqués muy minimalistas; y un segundo patio de 50 metros. El concepto que mostramos fue el de la integración lumínica en la arquitectura.