Arturo Cares.

¿Qué niveles de accidentabilidad existen hoy en la construcción en Chile?
La accidentabilidad de la construcción en nuestro país fue de alrededor de un 4% durante 2017, superando a la media nacional que fue de un 3,4% y a la media de las empresas que forman parte de la Asociación Chilena de Seguridad, ACHS, que alcanzó a un 2.84% en 2017.

¿A qué responden estos niveles?
A pesar de que estos índices no son lo que esperaríamos, en la última década, la construcción ha tenido un avance espectacular en términos del control de riesgos y de la gestión preventiva. Esto, especialmente influenciado por la implementación de la Ley de Subcontratación, la cual estableció una serie de exigencias de seguridad para desempeñarse como subcontratista. Dado que la construcción es una actividad que tiene involucrados una gran cantidad de contratistas, se vio obligada y motivada a implementar herramientas tales como sistemas de gestión, reglamento especial de contratistas, departamentos de prevención de riesgos y comités paritarios de faenas, entre otras iniciativas. Ello permitió que desde 2007 a la fecha este rubro disminuyera su accidentabilidad prácticamente a la mitad.

¿Existen tareas más riesgosas que otras?
Efectivamente. Hay ciertas labores que revisten un mayor riesgo de accidentes, como es, por ejemplo, el trabajo en altura, presente permanentemente en las faenas de construcción, por lo que requiere de medidas especiales que potencien la seguridad del trabajador. Entre estas destacan dotar a las obras de andamios estructurales que cumplan con la normativa nacional y reglamentaciones de seguridad; así como el uso de arnés con doble cola y líneas de vida, por mencionar algunos elementos. Otras actividades que implican altos riesgos son aquellas que se relacionan con la exposición a la electricidad.

¿Es la Salud Ocupacional aún un tema de preocupación en este sector?
Por supuesto. Cuando hablamos de Salud Ocupacional, la construcción tiene varios agentes que son muy agresivos, como el sílice, por ejemplo, estando muy regulada la forma en que se debe hacer el seguimiento de los trabajadores. Sin embargo, lamentablemente, como estos van cambiando de empresa es difícil hacer dicho control de cómo ha ido evolucionando su salud.

¿Ha impactado la seguridad el aumento de inmigrantes?
El tema de los migrantes en el sector es un tema relevante. En este contexto, en Duoc UC, donde soy docente, estamos presentando un proyecto orientado a entregarle a estos competencias en temas de seguridad en el área de la construcción. Ello, porque claramente existen diferencias en términos culturales al momento de trabajar. Por otra parte, existen brechas que son bastante más básicas y que pueden incidir en la seguridad del trabajador, como temas de comunicación y de cómo entender ciertas instrucciones en terreno.

¿De qué manera podemos mejorar la seguridad laboral en Construcción?
Si bien las grandes constructoras en general tienen resuelto el tema del control de riesgos para velar por el bienestar de sus trabajadores, hay un segmento importante de empresas de menor tamaño donde todavía hay brechas respecto de cuáles son las acciones que deben implementar. Mientras más pequeñas son las constructoras, mayores tienden a ser las diferencias que se pueden encontrar.

En mi opinión, esto no obedece tanto a un tema de costos, sino más bien a uno cultural respecto de cómo se debe trabajar en la obra. Por ejemplo, actualmente aún encontramos trabajadores de este sector que tienen instalados varios mitos respecto de cómo actuar en ciertas condiciones de riesgo. Es así como algunos piensan equivocadamente que en la medida que más se exponen, son más intrépidos o valientes ante la mirada de sus pares.

Entonces, ¿falta avanzar en más planes de prevención?
Creo que hoy día, como lo ha hecho muy bien la minería, que tiene una serie de programas orientados a hacer que sus contratistas se desarrollen, hace falta que las constructoras de menor tamaño avancen de manera similar. En esta industria falta todavía alguna instancia que permita desarrollar contratistas, no solo desde el punto de vista económico y financiero, sino que también en términos de la seguridad.