El edificio Moneda Bicentenario, resultado de una licitación pú- blica desarrollada por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP), que se adjudicó el Consorcio Constructor RSN (compuesto por Serinco, RVC y Nadic), fue pensado como un edificio público contemporáneo, en el contexto del Barrio Cívico de Santiago, que debía acoger estrictamente los lineamientos de la normativa vigente propuestos por la Municipalidad de Santiago.

Estos requerimientos fueron los principales desafíos del proyecto, emplazado en los antiguos terrenos ocupados por el Registro Civil (oficina de pasaportes y extranjería) y de estacionamientos, frente a La Moneda.

Con su construcción, el edificio Moneda Bicentenario permitió prácticamente completar el barrio cívico, con un edificio moderno, eficiente energéticamente y con accesibilidad universal, que al mismo tiempo mantiene la materialidad y estética homogénea que caracteriza al resto de los edificios que rodean al palacio presidencial.

Los énfasis estaban dados por el MOP. El primero era el respeto a la zona típica que, en este caso, tiene una fachada que respondía a los edificios del barrio cívico, zona definida por el MOP junto con la Municipalidad de Santiago, para lo cual hicieron una normativa específica para este sitio. El otro aspecto que preocupaba era la Eficiencia Energética, por lo que el inmueble debía ser eficiente.

El volumen es un prisma de once pisos de altura que recoge en todas sus caras las líneas oficiales y alturas dictadas por la normativa. La esquina propuesta por la ordenanza fue resuelta a través de un retranqueo que, en combinación con un pórtico público hacia calle Moneda, permitió una vereda holgada en la esquina de Moneda con Teatinos.

Otro desafío del proyecto fue que consideraba dos esquinas, una de ellas principal, que era la esquina de calle Moneda con Teatinos, donde se presentaba el problema de la solución de la continuidad de la acera por calle Moneda. Para ello se planteó un pórtico y una esquina retranqueada de manera que la arista no quedara sin ochavo, ya que era necesario en este lugar, poder recibir todo ese flujo peatonal público.

Patios interiores

La altura entre pisos -correspondiente a cuatro metros- se proyectó en coincidencia con los niveles de los edificios del Barrio Cívico. En el interior en tanto, libre de las restricciones normativas, se propuso un sistema de atrios y patios donde la homogeneidad y las posibilidades formales de esta trama aparecen en su máxima expresión mediante un diseño que buscó optimizar los sistemas de iluminación, ventilación e instalaciones, generando un sistema energéticamente eficiente acorde a los parámetros de certificación actuales.

Se crearon patios interiores que recorren todo el edificio, cada cuatro o cinco pisos. Estos atrios se van repitiendo en distintas posiciones, concepto que permitió relacionar los pisos.

Uno de los retos técnicos fueron los atrios y, particularmente el primer piso que es público, lo que obligó a ejecutar una planta libre junto con los atrios, los que impedían el uso extensivo de columnas, por lo que se resolvió con la ejecución de losas postensadas.

Interiormente el edificio está revestido por una celosía de mañío que tamiza y entrega privacidad a los patios. Para las columnas, hasta cierta altura, se usó una piedra caliza que simula ser mármol. Moneda Bicentenario es el primer edificio público certificado como Gold LEED®. Entre sus cualidades eficientes destaca su envolvente que aporta inercia térmica al sistema pasivo de confort ambiental, permitiendo que las zonas de hormigón tengan un aislamiento mínimo. Los ventanales constan de perfiles de aluminio con doble contacto y rotura de puente térmico, además de vidrios dobles con un mínimo coeficiente de sombra. El ancho de las crujías, así como la altura libre de piso a cielo, permite que todos los puestos de trabajo reciban luz natural y tengan vistas hacia el exterior.