El terremoto además pudo comprobar que existen innovadoras tecnologías antisísmicas, ampliamente aplicadas y probadas con éxito en países como Japón, Estados Unidos y ahora en Chile, que permiten que las construcciones que cuentan con estas modernas soluciones se mantengan en pie y los efectos de un terremoto sean casi imperceptibles para los ocupantes. Aislamiento sísmico La tecnología basada en aislamiento sísmico tiene como característica central el separar mediante una interfaz flexible la estructura del suelo, permitiendo con ello la construcción de edificios con altos niveles de seguridad durante movimientos telúricos severos tanto en la estructura como en sus contenidos. En este sentido, las técnicas de diseño sismorresistente tradicionales buscan aumentar las capacidades de resistencia y deformación de los elementos estructurales para resistir las aceleraciones, esfuerzos y deformaciones que el sismo genera. Esta filosofía de diseño asume, por razones económicas, que la estructura puede sufrir daños durante eventos de intensidad severa. Por su parte, "el diseño sismorresistente con aislamiento sísmico modifica las características dinámicas de una estructura, reduciendo así la demanda sísmica. En este caso se reducen las aceleraciones y deformaciones de la superestructura, eliminando el daño en ella y sus contenidos", según explicó el profesor del departamento de Ingeniería Estructural y Geotécnica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Juan Carlos de la Llera, quien ha liderado proyectos en esta materia por más de 10 años. La teoría del aislamiento sísmico consiste en modificar las propiedades dinámicas de rigidez (aumento del período fundamental a valores entre 2.5 y 3.0 seg) y amortiguamiento (incremento de amortiguamiento a valores del orden del 10%) del sistema estructural, de modo que los esfuerzos inducidos por la excitación son entre seis a ocho veces menores que un edificio convencional. De esta manera, se mejora considerablemente la seguridad estructural, se protegen los contenidos, se evita la paralización post-sismo y se puede utilizar tanto en edificaciones como en equipos industriales para el control de vibraciones. Casos exitosos en Chile Un notable comportamiento tuvo el Muelle de Coronel, que cuenta con un novedoso sistema de aislamiento sísmico y siguió operativo después del terremoto en febrero. De hecho, de la Llera aclaró que el utilizar aislamiento sísmico de un puerto es una iniciativa única en Chile y resultó realmente efectiva. Otras edificaciones construidas con aisladores sísmicos, que básicamente son dispositivos de goma que se deforman absorbiendo el movimiento del terremoto y transmitiendo al edificio un movimiento muy reducido, son la Clínica San Carlos de Apoquindo, la facultad de Ingeniería UC, dos edificios de consultas de la ACHS y el nuevo Hospital Militar. Fueron los 164 aisladores, de 90 centímetros de diámetro cada uno de este último edificio, que permitieron que los pacientes internados sólo percibieran el fuerte terremoto como un sismo de mediana intensidad. El profesor de Ingeniería UC y asesor DICTUC afirmó satisfactoriamente que "el comportamiento de estas construcciones en nuestro país ha sido exitoso en la protección de la estructura, así como también de los contenidos" y resaltó también los mismos resultados positivos en las estructuras de la Torre Titanium y el edificio Parque Araucano, que tienen otro sistema de protección sísmica basado en disipadores de energía. Las iniciativas que han permitido el desarrollo de estos sistemas en Chile, liderados por de la Llera desde Ingeniería UC, comenzaron en 1996 con la adjudicación de financiamiento Fondef. De hecho, el proyecto "Segunda generación de sistemas de reducción de vibraciones para estructuras: sistemas semiactivos, compuestos y autocentrantes", en el que participan DICTUC, Weir Vulco, VMB y la constructora e inmobiliaria CIP, obtuvo el mayor monto en el XV Concurso de Proyectos de Investigación y Desarrollo, adjudicado en 2008. De la Llera explicó que se llama "segunda generación" porque la primera fue el proyecto Fondef de 1996-1999, que originó la exploración de dispositivos elastoméricos de protección sísmica. En 1999, un segundo proyecto de transferencia tecnológica permitió la incubación de la empresa SIRVE S.A.(2003) desde DICTUC, que actualmente se dedica a desarrollar tecnologías de reducción de vibraciones en todo tipo de estructuras y entrega servicios relacionados. En este contexto, existen diversos dispositivos que permiten mejorar el comportamiento de las estructuras en terremotos. Entre los más comúnmente utilizados están los aisladores elastoméricos, deslizadores friccionales, disipadores de energía, péndulo friccional y amortiguadores de masa sintonizada (AMS), entre otros. Actualmente, debido al éxito demostrado durante el terremoto de febrero, la empresa SIRVE S.A. ha recibido innumerables solicitudes en Chile, y de otros países con amenazas sísmicas de Latinoamérica, de entidades que se han mostrado interesadas en incorporar esta tecnología innovadora en sus proyectos o estructuras existentes. |