Es así como, luego del 27 de febrero, nuestros edificios han dejado un registro muy satisfactorio del estado de las tecnologías actuales.
Luego de la estructura primaria del edificio, las sub-estructuras soportantes de los muros cortina y sus componentes han superado sin faltas la solicitación. Distinta habría sido la percepción ciudadana si luego del terremoto hubiesen colapsado estos sistemas. Hubo quienes presagiaban lo contrario e incluso promovían cambios radicales a la OGUC. Se presagiaba erradamente que los cristales no soportarían grandes solicitaciones al no ser templados o laminados o incluso de seguridad.
El 70% de las intervenciones en el país, son diseñadas en base a cristales simplemente "crudos" y de grandes dimensiones. Nada desastroso ocurrió y somos orgullosamente un referente de buena ejecución de nuestros edificios ante la crítica y el análisis internacional.
¿Dónde estuvo la clave de este éxito?
Se trata de varios factores; destaco tres de ellos. En primer lugar, una alta especialización de los proveedores que participan y participaron en las grandes obras. Existen empresas de trayectoria caracterizadas por su especialización en el campo de los armados de sistemas. Han investigado, han hecho pruebas, ensayos y han explorado profundamente el área.
Los arquitectos, por nuestra parte, hemos orientado mediante especificaciones técnicas hacia el cumplimiento de normativas en todos los aspectos relacionados, normas principalmente norteamericanas (las chilenas en este campo son muy generales y elementales).
Asimismo, se ha logrado, en la mayoría de los proyectos complejos, integrar y potenciar los conocimientos de las ingenierías participantes desde un comienzo. Interiorizarse en "cómo" trabaja el edificio ante un sismo y complementarlo con el saber cómo se "arma" el muro cortina, ha permitido unir ambos mundos exitosamente. Esto último también repercute en la calidad que debe tener el resto de la solución arquitectónica como organismo integral. Muchos de los cristales rotos, fachadas destruidas y espectaculares escenas después del terremoto, son consecuencia de colapsos de otros sistemas: redes, cielos falsos, tabiquerías, etc. En estos otros sistemas se mantiene la deuda con la calidad.
Desafíos
El desafío principal para todos nosotros es traspasar la metodología rigurosa aplicada en el diseño de las pieles, a los demás componentes del edificio. No podemos permitirnos errores en ningún campo. No podemos permitir, por ejemplo, una especificación de un cielo falso sin sistema antisísmico en un país sísmico. Debemos obligar y obligarnos a la máxima especialización en cada una de las partes.
Se ha superado la tarea de "evitar el colapso" de nuestros edificios tal como lo exige la Ordenanza. Hay que pasar ahora al concepto de "continuidad operativa" del organismo construido. Tenemos el deber de transmitir los éxitos y es el motivo por el cual me he permitido comentar la experiencia, así como también debemos sacar enseñanzas de los errores u omisiones. El recrearse es característico de las ciencias de las que somos partícipes y es el camino por el cual se avanza para el crecimiento de los hombres.