El término arquitectura sustentable, derivó del término sustentable (sustainable development) incorporado en el informe "Nuestro Futuro Común" (Our Common Future), presentado por el Primer Ministro noruego Gro Brundtland, en la 42ª sesión de las Naciones Unidas en 1987.

A partir de ahí, los arquitectos e ingenieros hemos ido asumiendo este desafío con intensidad relativa según las posibilidades de nuestros proyectos y de acuerdo a las políticas, reglamentaciones, subsidios e incentivos de nuestros gobiernos. Por esto, es que los conceptos y parámetros de arquitectura sustentable, arquitectura sostenible, arquitectura verde, eco-arquitectura, high-tech, low-tech, o arquitectura ambientalista, entre otros, son sinónimos de un modo de concebir el diseño arquitectónico que, con la aplicación de los recursos naturales y energías renovables no convencionales ERNC, intervengan minimizando el impacto negativo sobre el medioambiente, los centros urbanos y sus habitantes.

El concepto de sustentabilidad se basa en cuatro principios fundamentales

1. El análisis del ciclo de vida de los materiales.

2. El desarrollo del uso de materias primas y energías renovables ERNC.

3. La reducción de las cantidades de materiales y energías utilizadas en la extracción de recursos naturales, su explotación y el reciclaje de los residuos.

4. La eficiencia energética asociada a estrategias bioclimáticas en la concepción de los proyectos, entre otros.

Arquitectura asociada a la energía

La eficiencia energética es uno de los objetivos centrales de la arquitectura sustentable, aunque no la única; los arquitectos e ingenieros usan y aplican diversas técnicas para reducir las necesidades energéticas tradicionales de sus edificios mediante el ahorro de energía, aumentando la capacidad de sostenibilidad, con la aplicación ERNC, como la energía solar, eólica, geotérmica, mareomotriz, entre otras.

La arquitectura contemporánea en sus diseños ha incorporado elementos y componentes que trabajan asociados a estas energías, desde donde surgen nuevos conceptos de envolventes, como las fachadas activas e inteligentes, fachadas eólicas y ventiladas, fachadas solares, las pieles y sus niveles de permeabilidad y las dobles membranas. Estas innovaciones tecnológicas enriquecen la forma arquitectónica, su lenguaje y sus nuevas concepciones de expresión formal contemporáneas. Sus formas activas conciben las tendencias del Eco-High Tech, en una formalidad asociada a la ingeniería avanzada. Las proyecciones de la nueva edificación no se conciben sin la aplicación de la conservación energética de la construcción y la aplicación de las energías renovables, asociadas a estrategias bio-climáticas internas del proyecto, tales como, calefacción, enfriamiento, ventilación, iluminación, entre otras estrategias de eficiencia y conservación de la energía.

Realidad local

Chile ya no se queda atrás en estas concepciones, hay preocupación e inquietud de proyectar una calidad de vida que aplique energía limpia, sea eficiente y simple, asociadas a una buena práctica y un buen construir que aporte al confort de los espacios interiores. Tanto en los foros en diversas instituciones públicas y privadas, como en el interior del Comité de Tecnología COMTEC del Colegio de Arquitectos de Chile, estamos preocupados de ello junto a docentes de varias universidades e industrias que coinciden en la falta de voluntad política para implementar con fuerza este concepto y asociarlo a un debate crítico y de rigor, que genere convergencia entre los especialistas para las reglamentaciones y normativas necesarias de aplicación.

Certificación LEED

Aquí en este ámbito, ha entrado con fuerza a nivel nacional la certificación LEED, ya en Chile hay 46 consultores acreditados profesionalmente por el USGBC (United States Green Building Council), que establece altos niveles de estándar como exigencia en el diseño arquitectónico asociado, además, con el proceso constructivo de las nuevas edificaciones en pro del mejoramiento en su comportamiento de eficiencia energética. Ello, reduciendo los consumos en agua y electricidad, contribuyendo con esto a la disminución de los costos asociados y operacionales para sus eventuales y futuros usuarios, mejorando notablemente la calidad de vida de los espacios interiores, en su asoleo, ventilación (calidad del aire), iluminación y calefacción, entre otros. De esta manera, resulta beneficiada la salud de los usuarios, relacionados con un entorno sano, considerando el vínculo con mayores áreas y espacios verdes con accesibilidades peatonales saludables y ajenas al riesgo.

Estos procesos de certificación comienzan con el inicio del diseño del proyecto arquitectónico y se terminan cuando éstos ya están completamente construidos. En su proceso constructivo la consultora LEED, interactúa con todos los actores del proyecto y sus especialidades, arquitectos, ingenieros, constructores y especialistas, ya sea en la concepción del proyecto de arquitectura, como en el desarrollo del proceso constructivo, para monitorear los requerimientos y estándar LEED a través de la documentación pertinente para garantizar que el proceso llegue a buen término. Y es el USGBC el que otorga, finalmente, la certificación en la categoría correspondiente. Esta es gestionada por un grupo consultor acreditado, qu orienta, guía y verifica que los requerimientos exigidos se cumplan, en sus categorías aplicables: Suelos, Agua, Energía, Calidad del Aire Interior y Materialidad.

Esta certificación puede aplicarse a cualquier edificación, es un método flexible de variados sistemas, ofreciendo una alternativa para cada tipología de proyecto de arquitectura. Con la certificación LEED se impulsa a los inversionistas a replantearse sus costos-oportunidades y revaloración en el tiempo de sus inversiones inmobiliarias e industriales y, por supuesto, también las inversiones fiscales en materias, por ejemplo, de inversión de infraestructura de salud pública y educacional, que son de gran costo y operación, donde los gastos asociados son enormes y permanentes. Hasta el momento en Chile hay 43 tipos de proyectos registrados de los cuales hay solamente tres certificados.

A nivel educativo, en tanto, esta metodología aplicada constituye un nuevo currículum y una novedad a nivel de la enseñanza-aprendizaje en la especialización formativa de los profesionales de las ciencias aplicadas para la internalización de estos conceptos. Pero éstos no sólo deben comenzar a partir del primer año de estudios superiores, sino que desde la enseñanza básica. Para tener una mejor interpretación de los conceptos en evolución del ámbito sostenible y construcción sustentable, ya debiera aplicarse en edad temprana como objetivo de "proyecto país". Mientras más temprano se comience su aplicación e internalización, menos problemas tendremos al final del camino con el concepto de calidad de vida global.