Para que una pintura cumpla cabalmente con su papel de protección y decoración sobre las distintas superficies en que es utilizada, se requiere una íntima comunión en la interface pintura-sustrato, para lo cual hay que evitar que en dicha interface existan materiales que impidan el contacto directo entre el recubrimiento y la superficie a proteger, ya que la presencia de éstos genera con el tiempo pérdidas de adherencia de la pintura. La preparación superficial es el único factor que decide el éxito o el fracaso de la pintura. La mejor pintura puede fallar sobre una superficie mal preparada; sin embargo, la pintura más simple puede comportarse mejor de lo esperado sobre una superficie bien preparada. Los requerimientos para una buena preparación superficial se resumen en cuatro puntos: 1.- Disponer de una superficie limpia, ya que cualquier impureza u otro material extraño puede inducir a la falla de la pintura. 2.- Suficiente rugosidad de la superficie para permitir que la pintura tenga una buena capacidad de anclaje al sustrato. 3.- Una superficie que pueda ser fácilmente humectada por la pintura seleccionada. 4.- Una superficie sin bordes agudos para poder dejar un espesor uniforme de la pintura aplicada. A continuación se presenta una breve reseña de una preparación adecuada de superficie de varios de los materiales más utilizados en la construcción. Morteros, concretos y hormigones Respetar el tiempo de fraguado de 28 días de estas superficies cementicias, a fin de estabilizar la aparición de eflorescencias (sales). Eliminar todo vestigio de estas eflorescencias, como también todo material mal adherido o disgregado, grasas, aceites, agentes desmoldantes. Para esta operación de limpieza pueden utilizarse herramientas manuales y mecánicas e hidrolavados, complementada en algunos casos con soluciones detergentes neutras. Evitar el uso de soluciones ácidas de quemado de muros. Por último, la superficie debe estar seca antes de pintar. Albañilerías de ladrillos Respetar el tiempo de 28 días de fraguado de los morteros empleados en las juntas de las unidades de ladrillo, a fin de estabilizar la aparición de eflorescencias provenientes del material cementicio utilizado. Cuidar de eliminar también las eflorescencias que provienen del ladrillo mismo. Eliminar todo vestigio de estas eflorescencias, como también todo material mal adherido o disgregado, grasas y aceites. Para esta operación de limpieza pueden utilizarse herramientas manuales y mecánicas e hidrolavados, complementada en algunos casos con soluciones detergentes neutras. Evitar el uso de soluciones ácidas de quemado de muros. Por último, la superficie debe estar seca antes de pintar. Fibrocemento Dado que este material cementicio en forma de placas viene fraguado desde su origen y llega en estas condiciones al lugar donde se utiliza, basta con limpiarlo del polvo remanente que pudiese tener y de posible presencia de grasas, aceites y pinturas viejas en mal estado si se da el caso, cuidando finalmente que la superficie se encuentre seca antes de pintar. Yeso Respetar un tiempo de fraguado de seis a siete días, dependiendo del espesor de carga de la pasta de yeso preparada. Finalizado el proceso de fraguado, lijar suavemente la superficie y eliminar el polvo remanente. Por último, la superficie debe estar seca antes de pintar. Dada la alta absorción que tiene este material, se aconseja imprimarlo con un sellador acrílico de fondo, previo al uso de la pintura. Volcanita Este aglomerado en forma de placas, revestido de un cartón prensado de alta resistencia es habitualmente pintable, por lo que sólo hay que cuidar de eliminar el polvo remanente depositado y posible presencia de grasas y aceites. Si se diese el caso, proteger con un anticorrosivo las partes visibles de fijaciones convencionales para evitar que se oxiden. El uso de fijaciones inoxidables evita el empleo de anticorrosivos. Por último, la superficie debe estar seca antes de pintar. Maderas El contenido de humedad de la madera no debe exceder del 18%. Lo óptimo en humedad antes de pintar es que este material tenga entre un 12% y un 15 % de humedad. Hay que eliminar todo material resinoso que se encuentre sobre las maderas nuevas. Cepillar la madera a favor de la veta hasta obtener una superficie lisa y suave. Zinc y Zinc Alum Eliminar grasas y aceites de almacenamiento mediante huaipes embebidos en solventes o en su defecto mediante el uso de soluciones detergentes neutras. La superficie debe estar finalmente seca antes de ser pintada. Dada la gran lisura de estas superficies, se hace necesario en algunos casos, dependiendo del tipo de pinturas que se van a utilizar, acondicionarlas con promotores de adherencia denominados Wash Primer. Hierro Existen ciertas normas de limpieza del Hierro, que están directamente relacionadas con el grado de avance de la corrosión y con el tipo de ambiente a la cual está sometido este material. Habitualmente en la construcción habitacional se deben de seguir los siguientes procedimientos antes de pintar: Eliminar grasas y aceites mediante huaipes embebidos en solventes o en su defecto mediante el uso de soluciones detergentes neutras. Eliminar el oxido incipiente formado, utilizando herramientas manuales como escobillas de acero, lijas, etc. Esta limpieza es más profunda si se utilizan herramientas mecánicas como esmeriles por ejemplo. Por último, la superficie ferrosa debe estar seca antes de pintar. |