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Rigoberto Remonsellez, Ingeniero en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente.
En la búsqueda de
un proceso formativo
y cultural integral en Prevención de Riesgos

En la actualidad, parece haber consenso en que el tema de la Prevención de Riesgos es aún un concepto relativamente nuevo en Chile y que, en lo que respecta al sector de la construcción, tiene mucho camino por recorrer. Rigoberto Remonsellez, Ingeniero en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente, afirma que falta un proceso formativo integral en el campo de la construcción que incluya a todos los estamentos presentes en este rubro. Además, advierte que hoy es una realidad concreta la falta de recursos que poseen algunas pequeñas empresas que laboran como subcontratistas en esta área, lo cual agrava aún más el problema.

A juicio de Remonsellez, quien lleva muchos años como experto profesional y perito judicial en Prevención de Riesgos, el problema fundamental de este concepto dentro del rubro de la construcción nacional, radica en la ausencia de un proceso formativo eficiente y formal de todo el personal que desarrolla una obra determinada, "desde el arquitecto hasta el último trabajador que opera en la faena".

Según el ingeniero, quien además es docente instructor de DuocUC, en Chile existe muy poca cultura en el tema de la prevención, situación que se agrava aún más por el simple hecho de que afecta a todos los participantes. "Hoy en día, fundamentalmente, se requiere generar una campaña nacional mediante la cual los organismos administradores del seguro incluido en la ley 16.744 (accidentes del trabajo y enfermedades profesionales), los organismos fiscalizadores y las instituciones formadoras de profesionales, se comprometan a incorporar en el quehacer cotidiano los conceptos básicos de prevención".

El profesional, afirma que esta medida es absolutamente viable de llevar a cabo y que, además, no tiene costos extras para ninguna de las partes involucradas. "Esto se debe financiar a través del seguro, que ya está siendo pagado por el empleador", explica. "Solamente se requiere una mayor cultura y predisposición por parte de los pequeños y microempleadores; y por otra parte, las empresas deben exigir a los administradores del seguro que den énfasis a este aspecto, ya que sencillamente cada empresa está pagando mensualmente por ello", añade.


¿Y cómo se resuelve esto?

A juicio de Remonsellez, la educación es el factor clave. Por eso, DuocUC -que desde 2001 imparte carreras en materia de Prevención de Riesgos- capacita formalmente al personal que opera en los mandos medios de diversas empresas constructoras, que incluye el tema de la prevención, y que eventualmente tiene la posibilidad de transformarse en técnicos en construcción.

Tras este segmento, se encuentra la mayor parte los funcionarios del proceso constructivo, que corresponde a la mano de obra, personas que han aprendido el oficio por imitación o que simplemente lo han heredado, pero que carecen de formación profesional. "El problema es aún mayor, si consideramos que muchos de los profesionales de primera línea, tampoco poseen capacitación en el campo de la prevención".

Dicha problemática se genera en parte, porque hasta el día de hoy en nuestro país, este concepto es bastante desconocido; y no sólo en lo referido al ámbito de la construcción. Incluso, como señala Remonsellez, muchas autoridades siguen confundiendo el término "prevención" con el de "previsión".

La formación de profesionales en Chile, salvo algunas excepciones en el rubro técnico, no incorpora la asignatura de Prevención de Riesgos en prácticamente ninguna carrera, como por ejemplo, la arquitectura, una profesión estrechamente ligada al rubro de la construcción. "Cómo se corrige esto: con contenidos preventivos relacionados directa e indirectamente con esa especialidad; un factor clave en esta materia", asegura.

"Además, cuando las empresas obligan a los trabajadores a cumplir diferentes tipos de disposiciones, sin explicarles el porqué, se genera un fuerte rechazo en éstos y, por consiguiente, una actitud negativa frente a estas imposiciones", aclara el docente.

Sin embargo, el ingeniero se muestra bastante optimista, porque poco a poco, señala, las empresas locales han comenzado a capacitar a sus diferentes empleados en materia de Prevención de Riesgos.


Protección del trabajador

Remonsellez sostiene que a través de la normativa actual, las empresas están obligadas a adquirir un seguro frente accidentes laborales o enfermedades profesionales, lo cual permite proteger al trabajador frente a estas eventualidades, pero además, trae aparejada otras ventajas importantes. "Su principal característica es que, antes que nada, busca prevenir y evitar las causas que pueden generar especialmente los accidentes laborales. Es así como existen organismos administradores de estos seguros, tanto de índole privada como pública, que se encargan de generar diversos tipos de campañas para educar a los trabajadores".

Pese a ello, el docente vislumbra un problema en la falta de voluntad de diversos involucrados para llevar a cabo efectivamente este tipo de iniciativas, lo cual afecta fundamentalmente a pequeñas y medianas empresas, en especial en lo que concierne a aquéllas que operan bajo la modalidad de subcontratación. "Este tipo de compañías están ajenas a los procesos y normativas internas de una empresa constructora; y además poseen enormes carencias frente a los requerimientos de los demandantes", sostiene Remonsellez. "Muchas veces no cuentan ni siquiera con los cascos o zapatos requeridos para este tipo de faenas y los adquieren en remates, los cuales son los mismos productos que han sido desechados por las grandes empresas", agrega enfático.

En este punto, a juicio del ingeniero, se suma un tema que también resulta primordial: la calidad de los productos elaborados. "No es posible que algunos empleadores entreguen elementos deficientes o en escasa cantidad a un trabajador, a fin de generar ahorro en este ítem".

Según Remonsellez falta, además, una participación más activa de los profesionales y académicos que han estudiado esta carrera en la elaboración de las normas y leyes que rigen el ámbito de la Prevención de Riesgos. "Este es un tema que nos convoca a todos, cada uno tiene algo que aportar a fin de lograr una normativa más eficiente", concluye.

Noviembre 2009
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