Pese a que la normativa actual en Chile exige que frente a un sismo de gran intensidad las estructuras no colapsen y permitan dar seguridad a la evacuación de personas, hoy el reto y las expectativas son mucho más que la estructura; cómo preservar los contenidos y la continuidad operacional del edificio.


¿Es posible proteger sísmicamente los edificios?

Si bien en la actualidad recién el tema se está difundiendo con mayor intensidad, hace más de veinte años que en Chile se instalan sistemas de protección sísmica. Esta tendencia partió en puentes, hospitales y de a poco se ha ido ampliando a viviendas, edificios habitacionales y oficinas.

Cuando hablamos de sistemas de protección sísmica nos referimos principalmente a los aisladores sísmicos y los disipadores de energía. Los primeros tienen por función separar los componentes del edificio ubicados por sobre la interfaz de aislación de los movimientos del suelo, así reducen la rigidez del sistema estructural logrando que el período de vibración sea alrededor de tres veces mayor al de la estructura sin sistema de aislación, lo que reduce la vibración de seis a ocho veces. Por otro lado, los disipadores de energía logran disipar la energía en elementos especialmente diseñados para esto; de esta manera los elementos aumentan el nivel de amortiguación de la estructura y reducen las demandas sísmicas de un 15 a un 30% sobre los componentes estructurales y no estructurales.


Beneficios

Con la instalación de estos sistemas es posible preservar de mejor forma las obras de infraestructura y edificación, sus contenidos y la continuidad operacional. En otras palabras, estamos respondiendo a las nuevas demandas y expectativas de la sociedad, donde el valor de los contenidos y del servicio que se desarrolla en todo tipo de construcciones son, en ocasiones, varias veces mayores que el propio costo del edificio.

Hay mucho camino por recorrer, pero en materia de protección sísmica, Chile está a la vanguardia mundial y la Corporación de Desarrollo Tecnológico asume el desafío de difundir estas innovaciones y tecnologías. Así, tendremos profesionales más preparados y capacitados, y principalmente, estructuras aún más seguras.