¿Cuál es el énfasis de su propuesta al nuevo Gobierno?
Nuestra propuesta es una invitación, un "Téngase Presente" del punto de vista del Colegio de Arquitectos al Gobierno del Presidente Electo, Sebastián Piñera, sobre varios temas que para nosotros son muy significativos, entre ellos, desarrollo urbano, planificación urbana, vivienda social, patrimonio, derechos urbanos y arquitectura institucional. Quisimos resumir en forma muy simple lo que para el Colegio constituye un aspecto insoslayable dentro de su quehacer, que es preocuparse por la calidad de vida de las ciudades y de la arquitectura.

¿Qué impacto tiene la arquitectura y el urbanismo en la ciudad y su gestión?
La ciudad es un espacio de múltiples dimensiones, que comprende la cultura, la economía, los aspectos sociales y los técnicos. Pero uno de los aspectos más visibles, y que para nosotros como Colegio de Arquitectos es central, es la forma en que se estructura el espacio. Mucha gente cree que la ciudad son sólo las calles, los edificios y el transporte, y sí, evidentemente ésos son elementos constituyentes y fundamentales de las ciudades, pero detrás de ello hay una madeja de relaciones sociales, políticas y culturales que también conforman la ciudad, donde los actores que intervienen directa e indirectamente son múltiples, y todo eso se manifiesta y se refleja también en el espacio.

Y que es donde ustedes han definido su derecho de opinar...
Así es. Un derecho a opinar y plasmar nuestro punto de vista. Muchas veces es la propia ley la que nos define como voz autorizada para pronunciarnos sobre ciertos temas, entre otros interlocutores, porque no negamos que existen otros actores importantes. Como gremio estamos conscientes de que la ciudad no la hacen sólo los arquitectos, pero en lo que nos compete queremos aportar, porque en la medida que una ciudad es mejor o peor las personas que la habitan son más o menos felices.

¿Cuáles son las principales deficiencias en materia de desarrollo urbano y territorial?
Existen muchos temas sobre los cuales no se debate, ni pública ni privadamente, y fue justamente eso lo que nos motivó a desarrollar esta propuesta. Vemos, con mucha desazón, que los temas de la ciudad, de la ciudadanía, de la arquitectura, de la vivienda social, de la calidad del espacio y en general de la calidad de los ámbitos que acogen la vida diaria de las personas, están totalmente ausentes dentro de la discusión nacional.

¿Será verdaderamente un tema prioritario?
Definitivamente lo es y si no, debería serlo. Este es un tema central porque el 90% de los chilenos vivimos en ciudades y los que no, lo hacen en distintos ámbitos de las zonas rurales, y también demandan una organización del territorio, de los transportes y del uso de los suelos. De ahí nace esta propuesta, y notamos y sentimos con mucho pesar que hay una gran ausencia de todos los actores en esta discusión. Este es un reclamo ante la ausencia de un debate nacional al respecto y es un llamado de atención a que estos temas sean tomados en cuenta.

¿Qué importancia tiene el concepto de "Derechos Urbanos"?
El término Derechos Urbanos no es algo inventado por nosotros; viene tratándose desde hace décadas en la literatura especializada de muchos países y alude justamente a que los ciudadanos tienen todos -democráticamente- el derecho a acceder a los bienes de la ciudad. La nuestra, particularmente, es una ciudad con mucha exclusión y segregación, muy desequilibrada, porque hay sectores de muy altos ingresos que viven en excelentes condiciones (equivalentes a los países más desarrollados del mundo) y otros que están en una situación de gran desmedro; entonces, como conclusión, podemos afirmar que la sociedad ha sido muy injusta en la distribución de los bienes de la ciudad. Las inversiones se han hecho en ciertos lugares, generando una serie de externalidades negativas, privilegiando algunos sectores y no otros. Por lo tanto, hay desequilibrios evidentes. Y basta recorrerla para darse cuenta.

¿Es tarea del Estado modificar esta situación?
Claro. Del Estado en particular y de la sociedad en general. Las diferencias que se producen entre un sector y otro de nuestra ciudad, comparado con otras de Latinoamérica, son muy marcadas. Santiago siempre ha sido sindicada como un paradigma de los desequilibrios y de la falta de integración de los distintos sectores de la ciudad. Por eso nos hemos propuesto -como gremio- abogar por los derechos de todo ciudadano a gozar de los beneficios de la vida urbana; los denominados "Derechos Urbanos", así como hace algunos años se definió también como un derecho la posibilidad de todo chileno a acceder a una vivienda. Los derechos urbanos son los derechos a los bienes que proporciona la ciudad: a contar con un transporte digno, con equipamientos adecuados, áreas verdes suficientes y en lugares accesibles.

¿Qué país podría ser un ejemplo a seguir en esta materia?
Las naciones escandinavas son un muy buen referente. En ellas, además de tener los mejores ingresos y estándares de vida, los ciudadanos participan del debate público de lo que ocurre en el lugar donde viven, de forma natural y frecuente. Allí, las personas debaten constantemente sobre los proyectos que impactan a las ciudades, y todos tienen derecho a opinar. En Chile, en cambio, la opinión sobre lo planos reguladores son extraordinariamente reducidas y no son vinculantes; entonces es necesario recuperar y rescatar esos derechos, cuidando de mantenerlos dentro de un cierto equilibrio para que la ciudad se pueda gobernar.

Y en materia de ejercicio profesional, ¿Cuáles son los desafíos del Colegio?
Nos preocupa la calidad de la educación, porque estamos siendo testigos de una proliferación de universidades desde 1981. Hay una gran cantidad de facultades de arquitectura, frente a una demanda relativamente menor, por lo tanto, el sistema requiere ser abordado y modificado. En este sentido, las tareas pendientes son: planificación de la carrera de arquitectura, junto a la especialización y calidad de la formación en relación con las demandas que tiene el país. Eso nos permitiría mostrar nuevas alternativas a los arquitectos recién egresados, que muchas veces se sienten frustrados al no poder ejercer cabalmente su profesión, porque entran a las escuelas con la idea fija de que sólo pueden hacer diseño, casas o edificios, cuando en realidad están capacitados para hacer mucho más. En este sentido, el Colegio de Arquitectos ha asumido esta responsabilidad con la creación de la Agencia Acreditadora de Arquitectura, Arte y Diseño AAD S.A., en conjunto con la Asociación Chilena de Facultades y Escuelas de Arquitectura (AS-FARQ), con el objetivo central de velar y resguardar la calidad de la formación entregada por las instituciones de educación superior en las áreas de su competencia.

Hay mucho más a lo que pueden aspirar…
Por supuesto. Nuestra profesión nos abre un panorama muy rico de la realidad, hacia temas de medioambiente, del entorno y de todo lo que configura el espacio en que nos movemos. Los profesionales de la arquitectura pueden ser arquitectos que dominan el diseño, pero además docentes o expertos en sustentabilidad, administración, planificación y desarrollo urbano, entre otras áreas, y todo eso conforma un gran abanico de posibilidades que nuestras escuelas de arquitectura deben acoger, para formar profesionales con visión multidisciplinaria. Nuestra profesión nos permite canalizar la sensibilidad especial que tienen los profesionales de la arquitectura frente a una gran cantidad de temas, lo que hace posible comprender un proyecto en su totalidad y conjugar múltiples factores. Es importante que las escuelas lo entiendan así y lo incorporen, para que tengamos un sistema más transparente, que permita mejorar la complementación y especialización de las distintas escuelas. Hay muchos caminos y cada día hay que abrirse a nuevas posibilidades.