Por estos días, el tema del patrimonio nacional es materia contingente en el país. Debido a la construcción del mall de Castro se han levantado voces de alerta para proteger riquezas patrimoniales que por un tiempo fueron poco apreciadas y que hoy recobran su valor. Pero el problema no se queda en el sur. La discusión continuará seguramente producto del inicio de las obras del mall de Barón, en Valparaíso. Por el momento, dice el Presidente del Colegio de Arquitectos, parece no haber tregua.
¿Existe cultura en Chile en torno al patrimonio nacional?
historia tan larga ni orígenes tan antiguos como el caso de México, que lo hace un país muy consciente de su patrimonio, el cual cuida muchísimo. Sin embargo, tampoco todo está tan mal. Se han estado dando pasos importantes, como el cambio en la legislación de monumentos nacionales, que incentiva y apoya a los responsables de cada uno para mantenerlos en el tiempo, entregando los recursos para eso. En esto es vital el rol que está cumpliendo el Secretario de Monumentos Nacionales, Emilio de la Cerda; un trabajo que debemos reconocer. ¿Cuál es la opinión del colegio respecto al mall de Castro?
Lamentablemente se trata de un hecho consumado. A nuestro alcance tenemos algunas pocas herramientas para mitigar el daño hecho y estamos trabajando para proponerlas. El problema es que el plan regulador existente permite la construcción de una obra como ésta, pero claramente no era lo que había que hacer. Aquí hay un tema de ética, más que un tema legal.
Otro tema es que la comunidad local tuvo un conocimiento muy sesgado de la construcción del centro comercial; porque efectivamente sí se requiere que exista, la gente de Chiloé lo necesita, pero el problema es cómo y dónde se construyó. ¿Piensan tomar alguna acción concreta?
Quisimos sumarnos formalmente a la opinión de la autoridad, porque el Gobierno ha sido categórico en su rechazo al mall de Castro, y recientemente entregamos una carta al Ministro de la Vivienda, firmada por más de 200 arquitectos, entre ellos, premios nacionales, arquitectos de Chiloé y profesionales destacadísimos. El objetivo de la misiva que enviamos es que el ministro instruya al Seremi de la zona para que tome las atribuciones que le confiere la ley, y también para entregarle nuestro respaldo, como voz autorizada desde el punto de vista de la arquitectura.
¿Hay mitigaciones posibles para disminuir el impacto de este mall?
Las que vemos como ideales pero poco viables, son volver al permiso original y demoler los últimos pisos construidos. Otras son atender a las consideraciones propuestas por el arquitecto Edward Rojas, de manera que el edificio sea más amable con el medioambiente en términos de vegetación y aperturas hacia la ciudad. Asimismo, es necesario resolver la problemática vial no sólo en el entorno del edificio, sino en la ciudad completa. En todo caso, nuestro rol en este sentido es apoyar a la comunidad de Castro, no decir desde Santiago qué tienen que hacer.
La política pendiente
Una vez terminado el complejo proceso de la reconstrucción, y ojalá antes, en paralelo, a juicio del Colegio de Arquitectos Chile debería retomar una gran tarea pendiente: la creación de una Política Nacional de Desarrollo Urbano. De existir, asegura Luis Eduardo Bresciani, no se habría construido el mall de Castro de la manera en que se hizo, ni tampoco la próxima inauguración del proyecto Costanera Center tendría en veremos el desplazamiento vial normal de la zona Oriente.
¿Cómo evalúan el proceso de reconstrucción, cumplidos ya dos años?
Nuestra opinión es que en general ha sido muy lento. Sin embargo, nos falta contar con información más detallada y, de hecho, pedimos al ministerio que nos entregue datos específicos; no el 45% de avance que es el dato público. Por ejemplo, si vemos que dentro de ese porcentaje son 12 mil las viviendas nuevas construidas, en dos años, es exiguo. El error estuvo en que el Gobierno demoró mucho en partir y hay gente que va a pasar tres inviernos en aldeas. Afortunadamente se han corregido ciertas estrategias de acción en la línea correcta y esperamos que eso permita ganar en velocidad. 
¿Qué avances destacaría?
Reconocemos que el Gobierno ha sido muy eficiente en infraestructura vial, específicamente caminos y puentes. La conectividad del país se volvió a estabilizar bastante rápido, lo cual es un gran mérito. Entonces creemos que el MOP anduvo bien y que el MINVU equivocó la estrategia, sin mala intención pero erró en eso.
¿Falta crear una Política Nacional de Desarrollo Urbano?
Así es. Es un tema latente, que el ministerio está abordando y como colegio estamos avanzando, convocando a más personas y estamentos, como universidades por ejemplo, para elaborar un gran documento que contribuya a hacer realidad el anhelo de contar con una política nacional de desarrollo urbano.
¿Qué otras líneas de acción guían el trabajo del Colegio?
En conjunto con el Colegio Médico, el Colegio de Ingenieros y el Colegio de Abogados, queremos colocar en la discusión pública el tema de la habilitación profesional. El problema radica en que están saliendo profesionales muy mal formados, que están habilitados formalmente para ejercer su profesión. Pensamos que las universidades deben entregar grados y títulos académicos, pero que, al igual como sucede en muchos países, sean otras las instancias habilitadoras.
¿También buscan aumentar la participación ciudadana en ciertos temas?
Es algo que nos interesa mucho. El generar instancias para que las personas puedan informarse, involucrarse en los proyectos que se están desarrollando en su ciudad, y opinar, verdaderamente nos motiva mucho. Por ejemplo, las conclusiones del foro Los Dominicos que organizamos, y que salieron a la luz pública, fueron claves en el rechazo a la consulta pública que se hizo sobre la construcción de un centro comercial en esa zona. Y lo mismo pasó con el foro que se hizo para hacer un centro comercial en la plaza Gómez Rojas, frente a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile. Estos ejemplos bastan para concluir que en materia de arquitectura y urbanismo la información es clave, y ocultarla es justamente el problema por resolver. |
