¿Cómo estructuran su negocio?
C. Weil: Desarrollamos edificios de departamentos y oficinas para el segmento ABC1, cuyos valores fluctúan entre las 2.000 UF y 16.000 UF, en comunas tales como Las Condes, Vitacura Providencia y Santiago Centro.

No obstante lo anterior, el fuerte de nuestra empresa es la construcción de viviendas económicas para el chileno medio, principalmente en Maipú, Renca, Quilicura y Puente Alto, entre otras comunas. En este caso, privilegiamos la entrega de proyectos inmobiliarios de calidad, con un muy buen nivel de terminaciones, con áreas verdes y zonas de juegos, emplazados en buenos entornos, con gran conectividad y servicios cercanos para una mejor calidad de vida de sus habitantes.

¿Qué ventajas les ha reportado concentrarse en el área de viviendas económicas?
C. Weil: Es un negocio que genera grandes volúmenes y que sufre menos las vicisitudes de los mercados y de los gobiernos. Eso permite mantener una continuidad en este segmento, a diferencia de lo que ocurre en otros, que tienen muchas fluctuaciones.

G. Diez: Nuestro objetivo ha estado destinado a satisfacer la demanda de un sector no siempre atendido por las empresas constructoras e inmobiliarias, que es el de viviendas de hasta 1.000 UF. Este foco ha sido exitoso, ya que se trata de un sector que cuenta con subsidios y otros apoyos estatales, permitiendo mantener la demanda y observar un crecimiento permanente.

¿Qué fortalezas de su empresa se reflejan en estas viviendas económicas?
G.Diez: Tenemos una fortaleza que se plasma en todos nuestros proyectos y que consiste en hacer bien las cosas, tanto en la relación con las personas como en lo que respecta al producto que ofrecemos, lo que nos ha dado prestigio a lo largo de todos estos años.

Un aspecto al que le hemos dado gran importancia es la preparación de la gente que trabaja con nosotros; hoy empleamos a cerca de 1.000 personas, lo cual también ha sido clave.

C. Weil: Además, nos preocupamos permanente de la satisfacción de nuestros clientes, atendiendo a sus requerimientos de postventa en períodos que incluso exceden el período legal en muchos casos. Factores como éstos nos han permitido lograr positivos resultados en el último tiempo y proyectar para fines de este año un crecimiento del 66%, y una facturación cercana a los US$54 millones para el año 2009.

¿Cuál es su visión del sobrestock de casas y departamentos en la Región Metropolitana?
G. Diez: Si bien hay opiniones encontradas en este tema, existen estadísticas que permiten tener una idea más acabada de lo que está ocurriendo. De acuerdo a datos de la Cámara Chilena de la Construcción y otros especialistas, hay un sobrestock de poco más de 40.000 viviendas y las tasas de venta han ido disminuyendo, al igual que las velocidades de venta, siendo el promedio actual de dos años para la venta de un proyecto.

Se dice que esta situación durará entre un año y medio a dos, hasta que se controle la inflación, ya que ésta afecta mucho al rubro inmobiliario por las tasas de interés. Además, si la inflación continúa, ello podría incidir en la demanda, ya sea debido a personas que pierden su empleo o que tienen temor a perderlo, con el consiguiente freno a invertir en una vivienda y acceder a créditos hipotecarios a 20 ó 30 años.